Striptease a mi tía Laura - Relatos Eróticos

Striptease a mi tía Laura

... patio, donde daba el sol directo, me quité la toalla y la moví en el aire, a la par se movía mi miembro y mis güebos, la deje tirada y me recosté boca arriba, solo veía el sielo. *Sigu...- Se vio interrumpida, al voltear y decirlo, ella se quedo callada, no dijo palabra, solo me vio acostado ahí, tomando el sol. Vaya, te tomaste en serio lo del sol.-Repusó. *Siempre quise estar bronzeado. *Y de todo el cuerpo?-Su voz se volvió algo timida. *Sí, no creo que tenga nada de malo, de todas formas no tengo vello en las piernas. *Dejare tu ropa en el cuarto. Ese suceso me haría un cambio en ese viaje, tenía apenas 4 días, me quedaba un mes por delante, tenía demasiado tiempo para lograr mi objetivo. Durante la cena todo transcurrió normal. El día siguiente, igual, solo que ahora en mis duchas, entraba y salía desnudo, a ella no le importaba, sabía que me veía desde una parte de la casa, tenía un espejo en la sala que proyectaba al pasillo donde estaban los cuartos y los baños, sabía que me veía. Mucho menos le importaba que dejara el pasillo mojado, tener un cuerpo desnudo que te atrae y una verga dando saltos de izquierda a derecha, topando ocacionalmente con mis testículos y aveces levantandose totalmente el pene dejando ver el par güebos, todo eso para ella era un goze prohibido, para ella pasaba en camara lenta, como pasó en camara lenta la primera vez. En los encuentros cara a cara, cuando salía encuerado, ella actuaba con normalidad, pero sabía que algo le provocaba mi ...

... cuerpo. En una ocación similar con lo de la ropa, salí al patio a lavarla por mi cuenta, había ropa en el tendedero, y por una casualidad ella llegó a tomar dichas prendas; yo estaba totalmente en cueros, mojado, con mis movimientos provocados por la acción de tallar las prendas haciendo que mi pene y mis güebos se movieran, ella me veía, pláticabamos tranquilamente, cada quien haciendo lo suyo, pero prestaba total atención en mis partes y en mis nalgas, las cuales nunca había visto, siempre me veía de frente, al estar ahora de perfil, las observaba hipnotizada, prestando severa atención en mi pene, que tenía residuos de jabón en el glande. Así, entró a la casa. Cenando, tuvimos una platica, entre esa platica comento... *Hijo, como que ya te estás emocionando andando en cueros no? *Es el calor tía, y solo es de cuando salgo del baño... y cuando tengo que lavar.-Al decirlo, mi pecho sentía una presión, nervios quizas. *La verdad si, por las mañanas ya esta el sol muy fuerte, te comprendo. Esa cortisima platica, confirmó que ella estaba fascinada con tenerme en la casa, no solo al ayudarla, si no por lo que tenía entre las piernas. Ya había pasado una semana y media. Ese sábado, iba a salir, pero cayó un diluvio, prohibiendole su salida, ya estaba preparada, llevaba puesto una blusa azul, pegada y una falda negra, se veía hermosa, y sus labios pintados, rojos, con sus cachetes y su cabello arreglado, ahora lucían apagados. Momentos después ocurre un apagón. *Lo que faltaba.- Le digo ...