Striptease a mi tía Laura - Relatos Eróticos

Striptease a mi tía Laura

... toalla, da aspecto de un fantasma, eso tapa todo, la falda de la toalla cae hasta mis rodillas y volteo, para que vea ese espectaculo. Sus ojos brincan, y su color rojo se torna a un carmesi, y varía entre distintos tonos de rojo. Ella suspira fuertemente, se que la tengo caliente, pero yo más, y decido vengarme de manera que, no quito mi toalla de mi pene, doy vuelta de nuevo y vuelve a ver mi culo, tengo un poco más abiertas las piernas y logra ver parte de mis güebos. Camino y tiro la toalla, dirigiendome hacía mi cuarto. Ella se queda sin palabras, yo regreso a la normalidad, me pongo ahora una trusa blanca, más sensual, se transparenta y se ve mi glande rosa. Regreso con ella y sigue estática. *Te gustó?-Pregunto mientras me apoyo en la pared del pasillo. *GUAU! Pero no me dejaste ver nada. *Tu tampoco. *Pero yo ya te he visto desnudo antes, tu no. Me acerco a ella, dejando a centimetros de su rostro mi enorme manguera. *Quitame la trusa. Titubea, seria, pero al final, pone sus manos en mi cintura, como anteriormente lo había hecho. y baja sin prisas mi trusa, en lo que dura el viaje de la trusa, mi pene se vuelve a levantar, y al quedar ahí afuera salta como un potente resorte, mi tía se vuelve a quedar boquiabierta. Ella ve directamente a mi glande, rosa e hinchado, pero se sorprende a ver el increible tamaño de mis güebos, lucen gordos y potentes, colgando detras de mi enorme verga. Estoy igual de atonito, tengo en frente a mi tía, casi desnuda; yo estoy desnudo ...

... frente a ella, con una enorme erección. *Quitate el brasier. Hipnotizada lleva sus manos a su espalda y deja caer su prenda, ahí contemplo sus hermosos pechos, unos pezones cafes, y unas gomas que caen. Sorpresivamente siento su legua detras de mi glande y mis ojos se van de esa dimensión. Me come todo, me abalanzo hacia el frente, apoyando mis manos contra la pared mientras veo de arriba como se come mi verga, como la saliba cae hacía sus pechos, sus manos siguen apoyadas en el filo del sillón, entonces su mano derecha, caliente sube hasta mis enormes testiculos, y los acaricía, mientras con la mano izquerda toma mi mente, estrujando su pien de arriba hacía abajo, siento un placer inmenso pero extraño, tener a mi tía comiendome todo el pene, es raro, pero me gustaba y me excitaba. Mi tía Laura se pone de pie, aun sin decir nada, yo acarició por primera vez sus suaves pechos, y bajo mi derecha hacía la cadera, de su cadera me paso a sus nalgas,sintiendo la tela de sus bragas, igualmente ella, me toca las nalgas y me muerde el hombro, un silencio morboso esta en la sala, me ve a los ojos, perpleja. *Ven.-Dice tomando mi mano y me lleva a su cuarto, en su cama ella vuelve a sentarse a deborar y pene, pero me toca comer, me alejo y me abalanzo sobre ella, mordiendo desde sus labios hasta bajar a sus pechos, lamiendo sus pezones en circulo, ahora mi lengua recorre el sur de su vientre, llego al borde de sus bragas y las bajo lentamente, dejando ver un arbusto negro, apachurrado pero ...