1. Cris


    Fecha: 06/05/2019, Categorías: Primera Vez Autor: spanishguy1966, Fuente: xHamster

    ... vi. Estaba fuera en una especie de plaza con sus amigos jugando con un balón: ese detalle me chocó un poco, pensé que quizás a mi amiga le gustaba demasiado el fútbol o tal vez simplemente jugar con las pelotas... Cuando levantó la vista me reconoció; me di cuenta porque sus grandes y expresivos ojos se abrieron como si hubiese visto un fantasma. Entonces entré en el bar pasando por delante de mi sorprendida amiga; una vez dentro, pedí una cerveza y el periódico y me senté en una mesa a esperar. Unos minutos más tarde, Cristina entró por la puerta de atrás y con aire “decidido” se dirigió a la mesa y se sentó. Al principio nuestra conversación fue bastante incoherente, pues ambos estábamos muy nerviosos; pasado un rato probé a sacar un tema más “picante” para relajarla y, tras pedir en la barra una libreta y un bolígrafo, comencé a escribirle frases incitándola y picándola al mismo tiempo con comentarios sobre si al final se “raja-ría” después de tanta promesa; eso era lo que más la picaba cuando nos llamábamos. En efecto, Cristina reaccionó a las “puñaladas” y a las invitaciones y estuvimos un buen rato bromeando e intercambiando mensajes obscenos. Yo ya me había relajado tanto, que el efecto del intercambio “picante” estaba haciendo que mi miembro creciese y se endureciese por momentos, lo cual podía haber comprobado Cristina en aquel momento si hubiese dirigido la vista a mi entrepierna. Menos mal que en ese momento apareció un amigo de Cris e interrumpió nuestro diálogo ...
    ... escrito, porque si no hubiese tenido que salir del bar con una tremenda erección. Un poco más tarde mi amiga anunció que tenía que ir a du-charse para a continuación cenar con su familia. Nos despedimos después de quedar en ir venir a mi verme después de la cena.Casi una hora y media horas más tarde entraba mi “sobrinita” en la verja del mini-jardín, vestida con un conjunto que yo le había regalado: una camiseta gris con un cuello muy amplio que le quedaba bastante ceñida, lo cual daba la oportunidad de imaginar cómo eran sus pechos y un pantalón negro también muy ajustado aunque con los bajos también muy amplios al estilo de los años sesenta y setenta, bajo los cuales pude vislumbrar, cuando tuve ocasión, la tanguita que llevaba debajo. Yo no iba tan preparado: llevaba un pantalón negro de un pijama y una camiseta dos tallas más grande que me llegaba casi hasta el muslo. Cuando entró, me dio un abrazo acompañado de sendos besos en las mejillas y un tercero muy breve en los labios. A continuación se separó de mí y se dedicó, mientras yo cerraba las contraventanas del salón para evitar miradas curiosas, a explorar el salón-cocina con aquellos enormes ojos maquillados con rimel y lápiz negros, que se movían curiosos con un movimiento casi hipnótico. Al ver tanta curiosidad le cogí de la mano y la invité a ver el resto del apartamento; en primer lugar le enseñé el baño del cual, al igual que a mí, le gustó la bañera, no por el hecho de ser bonita o grande, pues no lo era, sino ...
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