Así empezó todo (III entrega).
Fecha: 11/05/2019,
Categorías:
Gays
Autor: cokcrin, Fuente: SexoSinTabues
... nervioso por tener a Dña. Mercedes en la puerta reclamando a su hijita, no sabía que decirle a esa señora. Fue Raúl el que urdió el plan. Lucía había venido a hacer un trabajo, pero no lo había terminado por lo que José tendría que acompañarla a su casa para terminarlo. El trabajo desde luego fue el que yo preparé para José, pero eso Dña. Mercedes, no lo sabía. Partieron a casa de Lucía para no levantar sospechas, José me dijo que esperara 5 minutos a que ellos se hubiesen ido y me fuera a mi casa, que ya tendríamos más ocasiones para acabar lo que habíamos comenzado. Estaba recogiendo mis cosas de la habitación de José cuando entró Raúl, seguía con su polla sin cubrir. Se sentó en la cama de su hermano y me dijo: “pelao” de todo lo que has visto, ni una palabra a nadie. Desde luego Raúl, seré una tumba. Yo estaba un poco nervioso por tener a ese machazo a mi lado en pelotas, y dándome conversación, poco a poco me fue sacando parte de la historia, desde luego no le conté que Álvaro me había desvirgado, ni tampoco lo del guardia de seguridad en la tarde del viernes, pero si le conté que con unos chicos de clase nos habíamos pajeado y se la había chupado a su hermano, aunque le dejé claro que no había tragado ni una gota de leche. Muy bien -me dijo Raúl- tragar lefa no es de machos, los machos nos cogemos a las zorras, que para eso están. Yo alucinaba con esa conversación, por lo que entendí Raúl me consideraba un macho como él. Entonces en un momento de complicidad, palmeó en ...
... el colchón a su lado para que fuera a sentarme junto a él. Entonces me preguntó a cuantas zorritas me había tirado. Tuve que confesarle que a ninguna. Entonces volvió a preguntarme si les había comido al coño a mis compañeras de clase. Mi respuesta tampoco fue afirmativa. Se quedó como pensando, tengo una idea, no es exactamente igual que comerte una almeja, pero puedes probar como sabe el coño de Lucía. Yo le miré un tanto extrañado, Lucía se había marchado -le dije. No importa -dice Raúl- me ha dejado sus jugos en la polla, solo tienes que acercar tu boca y probarlos. No me pareció bien y se lo dije, entonces sonriendo me dijo voy a pensar que si eres marica. No tuve otra que acercar mi boca a su verga y sacando la lengua se la pasé por el capullo. Uff! Que sabor más concentrado emanaba de su capullo, fueron lamidas cortas con miedo a ese pollón de macho que se cargaba Raúl. Se nota que te has comido pocos coños, me dijo Raúl, pero no te preocupes que como somos amigos te voy a enseñar a hacerlo. Entonces me hizo acostar atravesado en la cama de su hermano, mi cabeza colgaba fuera del cochón. Me besó y dijo –Comienza a respirar por la boca- para luego introducir su pija dura, con ímpetu y bestialidad hasta lo más profundo de mi garganta. Yo no podía controlar las arcadas, Raúl apretaba mi nariz, me pellizcaba los pezones se demostraba todo un experto y eso me excitaba aún más. Entre las embestidas a mi garganta, podía mirar su cara de placer y yo me sentía en las nubes. En ...