1. Mi profesor me convirtió en su esclava (Capítulo II)


    Fecha: 14/05/2019, Categorías: Dominación Autor: karen69, Fuente: CuentoRelatos

    ... semejante trato y tortura, continuaba con la totona (la cuca pues) bien mojada y me esforcé en hacerle una deliciosa mamada controlada por él. Me follo la boca con rudeza, convirtiendo mi boca y mi barbilla en una cascada de babas que aterrizaban en mis tetas, resbalando por estas, más que todo por el canalillo central, recorriendo mi abdomen y vientre hasta escurrir por mis labios vaginales, por mi vulva. Continuo cogiéndome por la boca un buen rato, provocándome algunas arcadas, hasta que me saco la verga de la boca, me soltó el cabello y me quito la venda de los ojos. Lo vi a los de él. Tenía una cara de hombre triunfador, con una sonrisita de más de engreída y altanera. Tenía ganas de decirle hasta del mal que se iba a morir, pero algo en lo más profundo de mí ser me impidió hacerlo. Me imagino que ese “algo” era lo mismo que me hacía desear que me continuara tratando así, era lo mismo que me mantenía bien excitada y con ganas de entregarme del todo a él y adorarlo como a un dios. Cuanto me odie en ese momento. Volvió a tomarme del pelo, y sin soltármelo y yo sin dejar de verlo a los ojos, me tapo la nariz con sus dedos pulgar e índice de su mano libre, y acto seguido me volvió a introducir la verga en la boca, impidiéndome bastante la respiración, haciéndome aumentar la intensidad de las bocanadas de aire, haciéndome mover con ciertos gestos de desespero. El disfrutaba de la mamada muy divertido por mis intentos desesperados de tomar aire, permitiéndome respirar de vez ...
    ... en cuando soltando mi nariz y desocupando mi boca, para luego repetir el suplicio de nuevo. Estuvimos así un largo rato, hasta que se cansó del trato. Me tiro de nuevo en el piso, cayendo yo sobre mi costado derecho nuevamente haciéndome un poco de daño, y se recostó detrás de mi quedando ambos en la famosa posición de “cucharita”. Sentí como se pegó de mi cuerpo, y nada hice por evitarlo. Llevo su verga a mi cuquita, totalmente empapada, y la deslizo en mi interior –Mmmmm –exclamo con un suspiro –sigues tan estrecha… vamos a ver cuánto te dura… -me termino de decir, para comenzar un movimiento mete y saca. Estuvo dándome así por largo rato, era delicioso sentirlo, aunque desesperante ya que no me permitía llegar al orgasmo, cada vez que el sentía que yo me acercaba, bajaba el ritmo de la penetración y me dejaba frustraba. Aunque no sé porque me desesperaba, ya que odiaba tener orgasmos causados por el. Al cansarse de esta posición, se puso de pie, y se dirigió detrás de la mesa con los utensilios. No lo había notado, pero pegado a la pared del fondo de la estancia, se encontraba un espejo cubierto por una tela blanca, el mismo color de la pared. Lo ubico detrás de la mesa, y luego desapareció por uno de los corredores de la casa, para, luego de un rato no muy largo, aparecer con una cámara y una mini laptop, la cual coloco sobre la mesa. Acto seguido me tomo por el pelo y me arrastro hasta la mesa, sobre la cual me puso luego de hacerme poner de pie, con el cuerpo inclinado ...
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