Mi profesor me convirtió en su esclava (Capítulo II)
Fecha: 14/05/2019,
Categorías:
Dominación
Autor: karen69, Fuente: CuentoRelatos
... veía la comida con unas ansias increíbles. De seguro me daría un buen banquete con ella, solo esperaba la orden de Martin para comenzar a comer. Para mi sorpresa, Martin tomo los cubiertos y comenzó a comer él. Yo casi me pongo a llorar ante semejante crueldad. –sírveme vino, y no sueltes la bandeja. –me ordeno. Yo bastante incrédula, decepcionada, y hambrienta, le serví el licor en la copa con una mano, como pude. Por suerte la botella estaba destapada. Siguió comiendo tranquilamente, incluso encendió el televisor, colocando un canal donde pasaban un documental sobre ovnis. En algunos momentos dados, sacaba de su boca algunos trozos de carne masticados y los colocaba a un lado en la bandeja. En realidad eran trozos de cartílago o pellejo, que al ser duros mucha gente no come, grupo en el cual yo también me incluyo. Luego de un rato, termino de comer. Tomo la bandeja de mis manos y la coloco de nuevo en la mesa, para luego proceder a ponerse de pie, detrás de mí, y esposarme las manos nuevamente detrás de mi espalda. No solo esposo mis manos a la altura de las muñecas, sino que con las esposas que tenía en mis tobillos, también esposo mis brazos a la altura del codo, dejándome bastante incómoda, sacando bastante pecho. Luego se dirigió detrás del sofá, se agacho, y alzo algo: un bol de comer para perros (saben, esos platos para que coman los perros), lleno de perrarina (es decir, comida de perros). Lo coloco en el piso ante mí y se sentó en el sofá. Tomo los trozos de ...
... cartílagos y pellejos masticados y los arrojo en el bol, para seguidamente carraspear un poco y escupir un par de gargajos espesos sobre el “alimento”. -¿Creíste que me había olvidado de ti? Siempre me ha gustado alimentar bien a mis mascotas. Come. –me ordeno. -Eres un hijo de pu… - ¡PAF! Me corto la frase con una cachetada. -Shhhh perra… un error más de esos y para mañana tendrás mucho que explicarle a tus amigos y familiares, cuando vean el video… Ahora, come… Y nada de dejar migajas, te lo comes todo. –me volvió a ordenar. Yo quede helada, sin saber cómo reaccionar. Quería atacarlo, golpearlo. Lo odiaba. Pero mi cuca no opinaba lo mismo: estaba ardiendo de ganas. –¡Que comas te dije! –me volvió a ordenar con un tono de voz alto, mientras me tomaba de la cabeza y me estrellaba la cara en el plato. Me soltó la cabeza solo cuando puso sus pies sobre ella, impidiéndome erguirme de nuevo. Paso un buen rato. No quería comer nada, pero el hambre cada vez más me mataba. Los ronquidos de mi panza eran cada vez más fuertes, y venían acompañados de puntadas. No sé cuánto tiempo pase con la cara metida en el bol con perrarina sin probar bocado, pero luego de un rato oí a Martín: -bien perra estúpida, como veo que no te gusta comer, pues, no comerás. Y mira que pasaras un largo tiempo aquí, si no comes ahorita, lo interpretare como que no comerás nunca, y no te daré más nada. Y no solo eso, el video saldrá a la luz… -bastaron esas palabras para que yo abriera la boca y comenzara a comer ...