HABITACIÓN 103 –almas gemelas-
Fecha: 19/05/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: teomiranda, Fuente: RelatosEróticos
... corriendo. Repentinamente, se le vino a su cabeza una frase lapidaria, firmar la demanda de divorcio a la vuelta de su viaje; trató de comparar, solo por molestarse asimismo, si alguna vez había sentido así, si después de seis años, alguna vez había sido capaz de sentir como cada centímetro de su polla era acariciada con tanta ternura, con amor incluso. Cada centímetro nuevo que introducía de su ariete en aquella mujer, era un nuevo pensamiento. Pensamientos que comenzaron a hacerle sentir en la gloria, en el paraíso, por eso se llamaría así este hotel?, se preguntó. Sintió que ese miembro desde el que sentía tanto, ese miembro de cabeza rojiza que estaba, aparentemente, haciendo disfrutar a esta mujer, estaba haciendo lo que estaba haciendo por amor. Habían sido seis años de sexo casi diario, recordaba, sin el casi, se dijo, pero ahora sentía, sin saber el porqué, que estaba haciendo el amor, no estaba follando como en tantas ocasiones en los últimos seis años. No le pasó desapercibido un nuevo estremecimiento de ella, era señal inequívoca de un nuevo orgasmo. Aun no era su momento pensó, necesitaba eyacular, pero prefería esperar, más le apetecía seguir viendo disfrutar a esa mujer, más necesitaba conocerla más íntimamente, más necesitaba sentirse necesitado, imprescindible para el placer, más necesitaba sentir amor, dar amor. Casi se le desorbitan los ojos cuando sintió como con la misma parsimonia que fue penetrada comenzaba a sentir que aquél miembro pretendía ...
... abandonarla, se preguntó si sería para darle una nueva arremetida que deseaba o, ya había acabado todo; centímetro a centímetro notaba como iba vaciándose su vulva, como en dirección inversa sentía la cabeza de aquella polla acariciarle las paredes de su sexo. Una mueca de disgusto se dibujó en su rostro, pensó que había acabado todo cuando oyó desde atrás como un descorchar de botella al perder contacto con su tan deseado miembro. Estaba casi por incorporarse cuando sintió que las mismas manos que habían estado aferradas a sus hombros, asidas en el hueco de sus clavículas durante todo el coito, ahora se posaban sobre sus nalgas y con una increíble delicadeza las separaron. Notó perfectamente el aliento cálido de la nariz de él buscando los labios de su sexo; una vez más le temblaron las piernas, trataba de colaborar con aquél hombre manteniendo con sus músculos abierta la cueva del deseo y lo consiguió. La sensación de sentir la lengua recorriendo despacio desde su ano hasta los labios de su coño, le provocó un intenso orgasmo que casi lleva al traste esa incursión, porque sin quererlo apretó instintivamente sus glúteos aprisionando con ellos la cara de su amante. De nuevo un intenso suspiro la relajo y siguió dejándose hacer. Sus pezones estaban por romper la camisa que llevaba, el roce de estos sobre la tela de la camisa, era casi un escozor, por eso es que pasó su mano entre los botones del escote y comenzó a acariciarlos en un intento de relajarlos y darles un respiro de placer. ...