1. Intenciones ¿cambiantes o eternas? (Capítulo 1)


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Gays Autor: Nexus, Fuente: CuentoRelatos

    - ¡Maldita sea! ¡Me cogió la tarde en la consulta y no podré coger el bus del medio día! Ese pensamiento era el que tenía dominada la mente de Antonio, un chico que caminaba tan cojo como apresurado debido a su imperiosa necesidad de regresar nuevamente a su sitio habitual: la Droguería de su mejor amiga. Si no llegaba a tiempo, no podría firmar y sellar unos documentos que la Gobernación estaba exigiendo para renovar unas licencias de funcionamiento ya que él era el Regente de Farmacia a cargo de dicha droguería. Mientras llegaba a la portería ubicada frente a la parada del bus se tropezó bastante fuerte con alguien más alto y fornido que el con una buena cantidad de carpetas y documentos que quedaron totalmente desordenados y por no mencionar que el pobre de Antonio quedó adolorido por el hecho de caer de cara y narices al suelo. - ¿¡Estas bien!? ¡Dejame ayudarte, por favor! Decía el extraño joven una vez se había levantado del suelo y extendiéndole la mano a Antonio, el cual estaba impactado viendo su bello rostro, sonrisa y ojos tan brillantes como avellanas. - Muchas gracias ¡Que dolor! -dijo después de regresar a la realidad- - Te pido una disculpa, no me fijé por donde caminaba y te hice caer. - El que no se fijó por donde caminaba soy yo, soy yo quien te debe una disculpa. - Hagamos algo: ambos reconocemos que no tuvimos cuidado y lo dejamos así ¿Vale? - Vale. Oye rey, te tengo que dejar -decía el extraño joven terminando de recoger los últimos documentos y carpetas- ...
    ... Espero que te mejores del dolor. - Muchas gracias, lo mismo. Hasta luego. Siguió caminando hacia la portería con una extraña sensación y no era precisamente la causada por el dolor de la caída, sentía la mirada de aquel efebo que lo recorría de pies a cabeza ¿¡Por qué a él!? A Antonio nadie lo determinaba a excepción de sus padres (que en paz descansen), su mejor amiga Eliza, personas interesadas en que les hiciera algún favor o pervertidos sexuales que deseaban su atractivo culo (los cuales se lo hacían saber mediante actos obscenos o propuestas indecentes muy directas). En fin, logró salir del hospital y llegó a la parada de bus urbano. Después de 55 minutos de viaje y un transbordo en una ruta complementaria llegó a la droguería, donde Eliza lo estaba esperando para arreglar los pendientes. - ¿Que más papi? ¿Qué te dijo el doc? - Hola, todo igual: re-formulación de medicamentos, fisioterapia y control en 3 meses. Lo único fuera de lo normal es que un tipo me hizo caer, pero bueno, sigo vivo. - ¿¡Cómo así papi!? Cuénteme como fue eso. - Sencillo: venia pensando en los pendientes que hay que hacer aquí y cuando iba por el Restaurante Central me tropecé con un tipo, un poco más y me golpeo también contra una columna y me voy de cirugía plástica. -decía esto último con algo de ironía- - Ay no papi, fíjese por dónde camina que usted es muy torpe y mire lo que le pasó por sus afanes. Es verdad que necesitamos arreglar esto rápido, pero tampoco para que se venga matando. Venga le ...
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