La pequeña diosa del sexo
Fecha: 30/05/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: leo.leoncio, Fuente: SexoSinTabues
... quieran conmigo” _”¿Lo que sea, … en serio?”, preguntó con mayor interés mi amigo, y la niña asintió con la cabeza lanzándole una traviesa mirada. Hasta ese momento, yo no había dicho nada. Agarré a Juan por un brazo y nos alejamos de la niña unos pasos. (6) Le dije que ni loco me iba a meter con una prostituta escolar de primaria, arriesgando décadas de cárcel. El me dijo que era una oportunidad única y que no me iba a arrepentir. _¿Pasa algo?, preguntó la niña, acercándose a nosotros. _”Si, mira, disculpa niñita… pero … no es buena idea … eres una niña, mejor vé a tu casa con tus padres y a jugar con tus muñecas, eres muy linda pero no nos sirves para prostituta”, le dije con un tono algo molesto. El semblante de la niña cambió notoriamente. Se puso muy seria, se acercó a mí en silencio y dijo muy enojada, sus palabras salían desde sus dientes: _”NO-SOY-UNA-NIÑA … soy una puta … me encanta el pico … y en una cama te haría pedazos”- afirmó con un tono frío. Claramente, había herido su ego- “Juan te cobro XX dólares si convences a éste de acompañarnos”, prosiguió. _”No voy a ir, Juan, estás enfermo y …”, pero tuve que detener mis palabras. La niña se había levantado su jumper, se había bajado los calzoncitos hasta los tobillos y se había abierto la vaginita con los dedos. No era el sexo de niñita de 10 años, era la vagina de una verdadera puta. Con labios vaginales gordos, rojos, mojados, con un clítoris erecto que sobresalía de su capuchón y un agujerito bien abierto, ...
... oscuro, estrecho y que se contraía rítmicamente. Aquello bastó para convencer a Juan… y a mí. Llevaba varios días sin tener sexo, gracias a mi fría novia y andaba muy caliente. Hubiese preferido saciarme con una mujer pero mi amigo me estaba invitando y, a caballo regalado…. Fuimos al auto de Juan, que estaba estacionado en los bordes del parque, y de ahí hasta la casa que arrendábamos juntos. Yo me senté atrás y la niña iba adelante. En el trayecto, ella comenzó a manosear el bulto de Juan, cosa que me aterró pues pasábamos por calles muy transitadas. Peor aún, le desabrochó el pantalón y empezó a darle un tranquilo sexo oral. Le puse una gran chaqueta encima. Al fin llegamos a casa y pasamos al comedor. Juan iba súper excitado y yo un poco menos. Cerré ventanas y cortinas a pesar del intenso calor, no quería que los vecinos nos vieran con ésta niñita. Ella preguntó dónde estaba el baño, yo se lo indiqué y allí mismo comenzó a quitarse la ropita. Nos miró con una sonrisa ufana, se desanudó la corbata, (9) se desabrochó el jumper y lo dejó caer, quedando con su blusa y calzoncitos. Sin dejar de sonreír, se desabrochó la blusa y la dejó caer lentamente, exhibiendo con orgullo su cuerpo, sus tetillas rosadas y sus pezones oscuros y erectos. Con una actitud demasiada coqueta se dió la vuelta, se bajó los calzoncitos hasta los tobillos y los pateó lanzándolos lejos, nos miró por el hombro con una sonrisa malvada y caminó hasta el baño. En puntas de pié, una pierna delante de la otra, ...