1. La pequeña diosa del sexo


    Fecha: 30/05/2019, Categorías: Hetero Autor: leo.leoncio, Fuente: SexoSinTabues

    ... sus dedos rozando sus nalgas, las cuales se movían de forma en extremo provocativa. Y así entró al baño. Lo oculté, pero ese simple acto me dejó caliente a rabiar. Juan no lo ocultó y empezó a desnudarse. Yo me cohibí, Juan tenía un cuerpo envidiable pero al mostrarme su pene, descubrí que yo estaba bastante mejor dotado; (7) mientras la esperábamos, le pregunté de donde había conocido a ésta niña. Fue en uno de sus trotes matinales, escuchó que un grupo de niñas que se habían escapado de la escuela le gritaban unos piropos y se acercó. La niña estaba entre ellas, y se llamaba Hilda. En el transcurso de varios días, ella le confesó su otra faceta y le dijo que podrían hacer un cuarteto por un precio especial. En eso Hilda volvió al comedor, se había duchado y llevaba puesta una pequeña toalla de mano que le servía como una sexy minifalda. Se paró frente a nosotros y con una actitud desafiante se quitó la toalla, abrió los brazos y giró sobre sí misma. Tenía un culo soberbio. Muy grande para su cuerpo, con una perfecta forma redonda, con nalgas morenas gordas, mullidas y suaves. Un culo de verdad impresionante. _” Y entonces… ¿ninguno de los dos me quiere sacar una foto?, sugirió la niña con una presencia erótica que llenó toda la casa. Juan hizo los honores y le sacó al menos 20 fotografías. Nos contó que su juego preferido era sacarle fotos a su precioso culito de niña de 10 años, y que las compartía con otros hombres, le sobre-excitaba la idea de que un chico lindo se ...
    ... corriera una buena paja, mirando sus nalgas gorditas. También le gustaba intercambiar fotos con otras niñas, para competir a ver quien tiene mejor cuerpo que la otra. Y, encima, nos dio su whatsapp. La niña dejó de modelar y después preguntó con una voz gimiente, que me dejó temblando: _”¿Dónde está el dormitorio?. _”En el segundo piso”, le dijo Juan. Verla subir por las escaleras fue otro morboso espectáculo. Apoyaba ambos brazos en los muros destacando su figura, mientras sus caderas se movían de un lado para otro, produciendo que sus nalgas se (8) abrieran mostrando su conchita, y se cerraran apretando sus muslos. La niña llegó al dormitorio, se sentó en la cama con las piernas cruzadas apoyándose en la punta de los dedos de su pié izquierdo. Dios,… se veía muy femenina. Nos hizo una seña con sus dedos invitándonos a ir donde estaba ella. Juan fue el primero en llegar, blandiendo su pene de tamaño regular. Hilda lo tomó y empezó a chuparlo, sin apuros. Yo me desnudé y esgrimí mi pene de 19 cms. Hilda lo miró con sorpresa, después me echó una sonrisa traviesa y lo agarró con una mano, apretándolo. La niña agarró nuestros penes y juntó los glandes, nos miró a los ojos, dejó caer un grueso hilo de saliva mojándolos y se metió ambas puntas a la boca. Comenzó apretando con todas sus fuerzas la base de nuestros penes, hinchándolos y dejándolos hipersensibles. Nos dio ardientes y juguetones besos, metía su lengua babosita entre ambas cabezas y los rodeaba, jugaba y lamía. Succionaba ...
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