Al final el sexo anal era la solución
Fecha: 01/06/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Al final el sexo anal era la respuesta Mi nombre es Rubén. Lo que voy a contarles es totalmente cierto y ocurrió hace como 8 años. En ese entonces tenía 24 años. Mi familia está compuesta por mi madre (separada), un hermano y una hermana; ambos menores que yo, pero por poco. En aquel tiempo eramos los tres solteros, así que vivíamos con mi vieja. Estabamos pasando premuras económicas, ya que sólo mi madre contaba con trabajo. Mi hermano había encontrado un trabajo esporádico en una ciudad cercana a Santiago (ciudad en que vivo), donde vivía parte de mi familia materna. De pronto ese trabajo se acabó y volvió a la casa. Fue entonces cuando le comentó a mi vieja que nuestra prima Andrea, llevaba muchos meses sin encontrar trabajo de secretaria (que era lo que había estudiado) y que pensaba seriamente en probar suerte en Santiago. Mi madre, que siempre ha sido muy hospitalaria, a pesar de nuestra situación económica le ofreció nuestra casa. Así fue como a los pocos días apareció mi hermano con nuestra primita. Yo llevaba muchos años sin verla, la recordaba niña, y no me despertaba ningún sentimiento especial el que ella llegara a mi casa. Sin embargo cuando la vi casi me caí de espaldas; estaba convertida en una tremenda hembra: hermosa, una figura muy armónica, unos pechos muy llamativos y, sobretodo, un culito como para prenderla velas. En seguida me di a la tarea de ser un buen anfitrión, pero si bien se dejaba galantear por mi, yo notaba que prefería la compañía de mi ...
... hermano, lo que me llevó a sospechar que había algo entre ellos, cosa que confirmé al pillarlos un día besandose muy fogosamente en la pieza de mi hermana. Aún cuando la situación me sorprendió, actué muy canchero, sin hacer ningún tipo de escandalo, y sin comentar nada a nadie; incluso me disculpé por haber entrado tan sorpresivamente a la pieza. A partir de entonces mi primita cambió conmigo, actuaba más desenvuelta, más coqueta y estaba más cercana. Sin duda sabía que yo la miraba distinto ahora que sabía que tenía una aventurita con mi hermano. Para mejor suerte mi hermano encontró trabajo. Mi hermana tenía su cuento sentimental, por lo que pasaba muy poco tiempo en casa, y como ya les dije mi madre trabajaba, así pasabamos todo el día sólos. Era cuestión de tiempo ... Una noche Andrea salió con mi hermano y hasta la hora en que yo me acosté a dormir, aún no llegaban. Desperté a la mañana siguiente y miré hacia la cama de mi hermano (con quien compartía pieza) y para mi sorpresa estaba Andrea mirándome con los ojos muy abiertos. - ¿Y mi hermano?- Le pregunté. - Salió muy temprano, tenía que trabajar. El pobre casi no durmió. - Pero ¿tú que haces aquí? - ¿No te parece obvio que dormí con él? Estaba turbado, quería decirle que se estaba poniendo en evidencia ante mi madre y me hermana al estar ahí, pero no me salía. - ¿Sabes? tengo algo de frío - me dijo - ¿tú no te acurrucarías un poco conmigo. y me miró con una cara llena de malicia. Ni corto ni perezoso me cambie de cama y ...