Mi vida universitaria: Pasaron dos machos. Un cobarde y un hermoso príncipe azul…
Fecha: 02/06/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: milixxxyyy, Fuente: SexoSinTabues
Hola soy Mileva (Mili par todos los que me conocen), ahora soy una mujer totalmente transformada, operada y registrada como tal… Y les cuento cómo Andrés, un príncipe azul que pasó por mi vida, hizo deliciosos y profundos estragos sobre toda mi humanidad durante mi primera experiencia con él en mi vida universitaria. Sacudió mi alma con sus dulces besos mientras me hacía el amor con su rico sable dorado… Recuerdo aquellos años de mi inicio en la Universidad. Había terminado la escuela secundaria como varón con mucha angustia. En febrero debía estudiar para el examen de ingreso a mi carrera. Época en que Fabián (gomero de profesión) había terminado con nuestra relación porque dejó embarazada a su ex mujer. Véase el relato ”Un gomero pinchó ferozmente mi colita”. Ese día lloré, lloré y lloré…. Desde ahí, a mis diecisiete y a punto de cumplir dieciocho, comencé una nueva vida… Yo estaba totalmente decidida en conseguir lo que quería para mí: ser ante todo una mujer. Mamá no sabía que ya me vestía, maquillaba y desenvolvía en la calle como una señorita. Se lo ocultaba. Mamá no iba a permitir que saliese o entrase a casa vestida como mujer. Lo hacía fuera de casa… A esa edad mamá no podía controlar mi deseo y obsesión. Entonces por esa razón le pedí a mi abuela y tía que fueran nuevamente de mediadoras para que me pudiera mudar a un apartamento de un ambiente ubicado en un edificio cerca de la facultad. Así me fuese más cómodo estudiar (excusa que puse). Costó, pero convencimos a ...
... mamá para irme a vivir sola ahí. Un apartamento todo para mí. Lógico costeado económicamente por mamá que ya ocupaba un puesto jerárquico en la empresa donde trabaja. Mi abuela y tía solterona me ayudaron de otra forma: con muebles usados, electrodomésticos en desuso pero funcionando, etc. También mi abuela, con su almacén me ayudaba dándome mercadería y algunas cosas que necesitaba en forma semanal. Mamá depositaba dinero mensualmente en una cuenta de caja de ahorro en un banco para mí. Yo tenía la tarjeta de extracción. Me sentía libre como una paloma… A donde fuera, al centro, al cine o al parque de la ciudad a correr, iba vestida de mujer. Y muy sexi!!!Tenía un cuerpo descomunal que todavía lo conservo… Y el bello rostro de un ángel femenino (según un piropo de Andrés). Sabía todo eso también porque recibía por la calle toda clase de piropos de toda clase de hombres. Aún así, tenía un gran problema… Estaba registrada como varón. Durante toda mi carrera tuve que cursar, rendir parciales y exámenes, pedir libros en la biblioteca, etc. vestida de varón. Una tortura para mí. Tampoco vestía tan masculino que digamos. Más bien me ponía ropa que aparentaba ser un chico gay. No quería ser gay (lo digo con serio respeto y cariño a todos los que tomaron esa decisión de ser como tal). Quería convertirme en una MUJER. Tuve que adaptarme a la situación. Cursando mi segundo año de la carrera, conocí a Sergio, un compañero de universidad. De otra facultad. Un estudiante avanzado en ese ...