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Mi vida universitaria: Pasaron dos machos. Un cobarde y un hermoso príncipe azul…
Fecha: 02/06/2019, Categorías: Transexuales Autor: milixxxyyy, Fuente: SexoSinTabues
... reconciliarte con la tuya. Andrés> Si voy, mi papá me echa. Ya me advirtió. Y si me va mal . Qué? Tomándole la mano. Yo> No importa mi vida, vos andá igual. Si te va mal. Yo estoy aquí para vos. Comenzamos una nueva vida juntos. Vamos a luchar juntos. Si? Andrés> Yo ya no podría volver con papá. Y si me quedo con mamá en Buenos Aires? Yo> Me iría con vos, si queres. No sé, trabajaré y estudiare. Pero voy a seguir a tu lado. Con vos. Andrés> Te amo. Empecé a llorar desconsoladamente. No paraba de llorar. Es la primera vez que me dice “te amo”. Se mezclaron un montón de sentimientos. Presentía que jamás lo iba a ver . Tardé mucho en dejar de llorar. Andrés me abrazó todo ese tiempo. Al rato cuando termino de llorar. Seguía sollozando. Me acuesta en la cama y me hace el amor como jamás había sentido antes. Al momento de su partida, yo estaba ahí con él. Estaban todos sus amigos. Y también su innombrable hermana. Andrés se despidió de todos primero. A mi me dejó al último, para darme un gran beso. Fue nuestro último beso en la boca en nuestras vidas. Ya él en Buenos Aires, me llamaba todos los días. Estaba muy ...
... entusiasmado porque encontró su mamá. Pero no podía encontrar un trabajo estable porque se avecinó una gran crisis económica en Argentina que hizo mierda al país. A pesar de todo la empresa dónde mamá trabaja sobrevivió a la misma. Con el tiempo Andrés me fue abandonando. Yo quería ir a verlo. Pero me amenazaba que el iba a regresar. Al tiempo, por un amigo de él, me enteré que formó hogar con otra mujer. Me cayó como una aplanadora encima. Fue desde ahí que decidí olvidar mi amor por él para siempre. Eso hice!!! Me propuse terminar mis estudios sin mirar atrás. Había abandonado mucho mi carrera por dedicarme a él. Mis calificaciones habían bajado notablemente. La última vez que lo vi, hace unos años atrás, en un local de una estación de servicios. El estaba más gordo y con menos pelo en la cabeza y más desarreglado. Estaba con uno de sus hijos. Yo me había hecho desmechado con claritos en mi cabeza. Estaba más rubia entonces. Lo pude reconocer. El me reconoció también. Lo saludé con un beso en la mejilla. Luego le di un beso a su pequeño. Me marché de ahí sin preguntar nada de su vida para no verlo nunca más.