Mi vida universitaria: Pasaron dos machos. Un cobarde y un hermoso príncipe azul… - Relatos Eróticos

Mi vida universitaria: Pasaron dos machos. Un cobarde y un hermoso príncipe azul…

... su mamá. Me convertí en un estorbo para las pretenciones de su hermana. Al mes siguiente, era el cumpleaños veintiocho de Andrés (yo soy un poco más de siete años menor que él) . Mi novio decidió festejar en su casa con su familia y sus amigos. Andrés me llevó en la noche. Yo llevaba puesto un vestido corto de color rojizo muy seductor. Ahí conocí a su padre. Un hombre mayor y normal como cualquier padre. Le caí muy bien, pero noté que era bastante hipócrita. Se mostraba muy bueno y correcto ante los demás. Pero en la intimidad de la familia no era asi. Esa noche hubo un buen festejo con baile y luces psicodélicas. Andrés se comportó muy frío conmigo durante casi todo su cumple. Pero en un momento determinado se escapó conmigo del baile. Me llevó de la mano a una habitación aislada de la casa, donde la familia guardaba sus trastes. Dentro de ella nos empezamos a besar muy desesperadamente. Luego me apoya de espalda a él contra la pared. Baja mi colales hasta mis rodillas y me mete suavemente toda su pija. Mientras me cogía muy rico, acariciaba todo mi ardiente vientre. También comenzó a acariciar todos mis senos. No podía ni gemir ni gritar!!! La adrenalina de saber que nos podrian descubrir, puso el condimento perfecto para aumentar el placer al máximo. Susurrando casi. Yo> Qué hermoso mi amor!!! Cogeme asiiiii!!!! Entonces él desplaza mi pelo, y toma la decisión de meterme su caliente lengua en mi oreja derecha, dejándome toda su pija bien incrustada. Ahhhh!!! Se me ...

... salió el alma del cuerpo. Acabé. Yo> Ahora dejame a mí. Me pongo mi bombachita y me siento en cuclillas para ponerme de frente a su venosa y muy erecta chota. Se la empiezo a acariciar con mi mano derecha suave y dulcemente. Pero en vez de llevar mi boquita a su glande, esa vez me dirigí a sus ricos huevos. Con mi húmeda lengua los rozaba a mi gusto. Andrés disfrutaba en máxima plenitud. Seguía frotando con mi mano derecha todo su sable. Luego dirigí mi boca a su tierna cabeza. Le mamaba su pija con amor y ferocidad. Hasta que éL. Andrés> ahhhh!!!! Dejó salir toda su leche . Esta vez la dejé esparcirse por mis labios y mi rostro. Un incalculable goce. En ese momento, en la noche de su cumple, fui yo quien sopló la velita. Salimos de ahí, y nos separamos. Andrés se fue a la fiesta y yo me fui al baño a asearme y maquillarme. Luego me integre a la fiesta para estar con mi amor. Cuando la fiesta terminó él me llevó de vuelta a mi casa pero no se quedó conmigo. Así pasaron los meses hasta el invierno. Andrés ya se quedaba con mucho más frecuencia a dormir conmigo. Una noche lo vi despierto sentado en mi cama. Hacía mucho frío. Yo> Pasa algo mi cielo? Andrés> Sé dónde está mamá. Y no sé que hacer. Yo> Te entiendo. Creo que deberías ir a buscarla. A mi me pasa lo mismo. Hace más de un año que no veo la mía. Vos tenes que ir a verla. Más allá de todo lo que nos haya pasado con ellas, las necesitamos. Yo la extraño mucho. Ella no me acepta así como soy. Pero vos tenés la chance de ...