1. Mis machos del campo (cuarta parte)


    Fecha: 03/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: chabelita, Fuente: CuentoRelatos

    ... chicos, les pregunte si les había gustado ver cómo me había pajeado y que si querían vengan a mirarme a la ventana, pero con la condición que ellos hicieran lo mismo y me mostraran sus caras gozando. Me desnude, corrí las cortinas y espere a mis espectadores, nos pajeamos los cuatro mirándonos a la cara con la tenue luz del velador de mi pieza que los alumbraba. Vi su cara de sorpresa cuando me puse boca abajo y me metí el dedo en el culo, mientras me metía un dedo de la otra mano en la concha. Fueron solo unos minutos, pero acabe como si hubiéramos cogido, y estoy seguro que ellos también. A los pocos minutos que se fueron recibí un mensaje diciendo que la paja por el culo los había enloquecido y me recriminaban porque no se lo había hecho así en la fiesta que tuvimos. Les respondí que la profesora era yo y que iba a enseñarles paso a paso, su respuesta fue “Besos profesora NUESTRA”. Ellos sabían que les pertenecía tanto como ellos a mí, creo que los cuatro estábamos locos de lujuria. No podía creer que yo, Isabel, la esposa fiel y resignada a una vida íntima monótona y aburrida me había transformado en una degenerada, lasciva y puta, siendo presa fácil y objeto sexual de tres machos jóvenes, permanentemente pensaba cosas sucias y eso me daba enorme e íntimo placer. Por momentos creí que me estaba volviendo loca, que tenía dos personalidades, pero siempre concluía pensando que en realidad la verdadera Isabel era la actual, la hembra en celo que desesperaba por sexo. Atrás ...
    ... había quedado la otra Isabel. Ahora era una verdadera puta. Pasaron dos semanas sin que Luis tuviera que viajar ya que don Carlos se ocupó de traer los enseres necesarios para nosotros y los animales. Yo desesperaba porque necesitaba a mis machos, era un síndrome de abstinencia que me ponía de malhumor y no encontraba la forma de verme con mis chicos. Un día mientras Luis dormía la siesta les pedí a los chicos que fueran al bosquecito, me puse un vestido abotonado adelante, debajo estaba toda desnuda, llegue y estaba solo el melli Juan, los hermanos habían salido al campo y el quedo esperando a Luis para hacer otra tarea, mientras me arrimaba a el desabotone mi vestido y quedo todo el frente de mi cuerpo descubierto. Juan en el acto me tiro sobre los yuyos, me lamio los pezones desesperadamente y en un solo movimiento saco la pija y me la enterró toda, mientras cogíamos me decía entre gemidos que me extrañaban, que me necesitaban, yo jadeando le respondía lo mismo y le pedía que no pare, que me coja mucho, el no acababa pero yo si acabe dos veces y le pedí que me dejara ponerme boca abajo, que pasara saliva por su pija y por mi culo y me siguiera cogiendo, necesitaba ser penetrada por todos los agujeros, cuando sentí el chorro de leche tibia dentro mío me calme, le comí los labios y la lengua de un beso y marche caminando rápidamente para mi casa, sintiendo los chorros de leche que me salían por el culo, eso quería, mucha leche tibia dentro y sobre mí. Cuando llegue Luis se ...