El señor Manuel XV
Fecha: 04/06/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Masturbación
Autor: dbeni72, Fuente: xHamster
- ¿Le puedo dar un abrazo?- Como quieras, María.- Si va a dármelo obligado, mejor no. Solo necesitaba un tierno abrazo. Las mujeres somos así de bobas a veces. Pero le dejo descansar tranquilo.- Claro que puedes, María, no me entiendas mal.En ese momento, con la penumbra que apenas dejaba ver nuestras siluetas, me arrodillé en la cama, y con suavidad me eché hacia delante, apoyando mi pecho desnudo sobre su torso algo velludo, pero muy suave. Él se giró ligeramente hacia mí para echar una mano sobre mi espalda, y dejando que mi mano pasara bajo su axila, y pudiera sentir su espalda en mi brazo. Apoyé la cara en su cuello y pecho, mi entras mi mano acariciaba suavemente su espalda, y el señor Manuel hacía lo mismo con la mía, sin bajar más abajo de la cintura. Podía sentir sobre mi cadera desnuda el fino pantalón de pijama, y su miembro que empezaba a tomar tamaño. Tras unos segundos así, me levanté ligeramente, dando por finalizado el abrazo, y le di dos besos deseándole unos dulces sueños, dando por finalizada su tortura y también la mía.Regresé a mi cama, y me tumbé sobre ella a descansar en el silencio de la noche, apenas a unos metros de nuestro vecino, escuchando su respiración desde mi habitación.En el medio de tanto silencio, escuché un ruido conocido, el de un paquete de pañuelos de papel que se abría y sacaban uno, con el suave sonido de cuando se estira. Eso me calentó aún más, ya que sabía lo que iba a suceder en ese momento. Mis piernas se abrieron, y empecé a ...
... acariciar mi sexo empapado. Podía escuchar un ligero sonido rítmico de su mano subiendo y bajando por su pene tieso, y eso me excitó aún más, y mi respiración comenzó a tomar fuerza. Ahora él me podía escuchar perfectamente. Cada vez estaba más caliente, y sentía como también él iba cogiendo fuerza en su respiración. De pronto su respiración pasó a unos fuertes resoplidos, pudiendo escuchar como disfrutaba y explotaba. Eso fue como un interruptor, y me hizo explotar a mí también, corriéndome y dejándome llevar, sin disimular unos gemidos de intenso placer ante tanta excitación. Sin hacer nada juntos, nos habíamos corrido a la vez.Ambos caímos exhaustos en la cama tras una noche de tanta excitación, primero él, y luego yo escuchando sus ronquidos.Estaba plácidamente desnuda, durmiendo, cuando unas caricias empezaron a recorrer mi cuerpo desnudo, no sabía si estaba soñando o era realidad, cuando de pronto abro el ojo, y con la claridad de los primeros rayos de luz, veo que es José desnudo a mi lado. Acababa de llegar de trabajar.- Buenos días, cariño. ¿Qué hora es?- Tranquila, es pronto. Acabo de llegar, pero no podía desperdiciar ver la imagen que tengo ante mis ojos.- Ummmmmmm. ¿Y te gusta?- Claro que me gusta, me susurró al oído mientras me acariciaba y besaba bajando desde la oreja por el cuello con sus labios.- Y veo que nuestro vecino también duerme plácidamente semidesnudo sobre su cama.Mis ojos se abrieron de golpe.- ¿Semidesnudo?- Por un momento me imaginé su pantalón ...