1. III - Escuela: Del Club de Rondalla


    Fecha: 06/06/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Aquí Javier de nuevo con una historia más. Primero de Secundaria. Era a mis doce años cuando comencé a tener una fijación más por los chicos que por las chicas...y nunca me arrepentiré de mi primer beso. Continuación de II - Casa: A oscuras Era el mes de Septiembre. Tocaba practicar en el club de rondalla (en el cuál había quedado), con un profesor que odiaba a cantidades. Ése maldito siempre me insultaba y decía otras cosas de mí, solo para forzar mi cantar (el cuál muchos consideraban increíble). Tenía a mis compañeros de clase: los chundos, los fresas y popus, los "normales" y los raros. Como siempre: encajaba en ése último grupo junto a dos compañeros. El asunto fue el compañero que tenía en rondalla. Él era uno del grupo de los normales: un chavito de piel clara, ojos verdes y cabello castaño. Era alguien que me latía mucho, y me atrajo chingos desde que una vez en clase, al agacharse no solo mostró por error su ropa interior, sino hasta un poco de su trasero. Todo un cuadro para mí solo. Varias veces era típico de él que terminase mostrando sus calzoncillos al agacharse o sentarse de cierta forma. A las niñas las traía locas, y a mí también. Fue tanto que un día en la misma rondalla, entre varios compañeros, le bajaron el pantalón y el calzón, mostrando su trasero a quien quiera verlo. Y fue ése mi punto de quiebre, que una media hora después de que mi erección no bajara, me fui al baño a un cubículo a masturbarme. Me bajé los pantalones hasta los muslos y solo saqué ...
    ... mi verga de mi calzón morado, mientras me masturbaba a toda velocidad. Solo podía imaginarme a mi embarrando mi lechita en ése culito precioso. Y fue cuando me corrí que escuché un ruido detrás de mí: en efecto, habían dos pares de ojos que miraban por una de las rendijas de la puerta del baño. Fue que me dí cuenta que alguien, junto a Uriel, me vio masturbarme. ¿Cómo lo sabía? sencillo: no había nadie más en la escuela con ojos verdes como los de él. Solo había una chica de ojos azules, semi-grises. El hecho de pensar que él me había visto masturbándome me excitaba a la vez que me avergonzaba... Pasó ése "accidente" de Septiembre, hasta que tocó la presentación de Halloween de Octubre. Toda la rondalla tenía que cantar cierta canción que compuso el maestro, pero todos vestidos como esqueletos. Muchos se cambiaban en el salón, pero yo, siendo alguien muy apenado (y más que nada porque ahora si se me comenzaba a hacer pancita y comenzaba a embarnecer), me fui al baño a cambiarme. Acto seguido, un par de alumnos del club me siguieron y decidieron cambiarse conmigo. Al principio me incomodaba que me vieran en calzones, siendo que ellos usaban bóxer. Pero sin duda fue que se me quitó la pena cuando entró éste chico que me agradaba. Luego luego entró él, se quitó el pantalón, revelando unos calzones verdes fosforescente con impresiones de onomatopeyas rojas y amarillas, como las de los cómics de super héroes. -¡Wey, no mames Uriel! -dijo uno de mis compañeros a ése chico. -¿Neta, ...
«123»