III - Escuela: Del Club de Rondalla
Fecha: 06/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... mientras que lo giraba y le metía la mano en el calzón, inmediatamente poniendo mi mano sobre su verga: una verga que era similar a la mía. Por debajo del promedio en cuestión de largo, pero bien gorda. Me ocupé de masturbarlo, mientras que mi pito le picaba las pompas. Sus manos iban directamente a la pared del baño, mientras que le jalaba el pito sobre uno de los mingitorios. No fue mucho el esfuerzo necesario: Tan pronto puse uno de mis dedos por encima de la uretra (por accidente, claro.), él se corrió cantidades buenas. Su semen lechoso y blanco salía al mingitorio, mientras que él gemía, movía sus caderas y cerraba sus lindos ojitos. -Bueno, wey, ahora déjam-- Pero él me interrumpió sin uso de palabras. Aún con su pito enlechado, y con el calzón ahora a los tobillos, me jalo la trusa hasta el suelo y se agachó. Sin creérmelo, él comenzó a darme mi primer mamada. Era una hermosa sensación caliente y orgásmica. No duré más de veinte segundos sin comenzar a lubricar mucho. Y no fue más del minuto cuando finalmente me corrí, mientras que él seguía dando una mamada de lado, evitando que mi semen le ...
... cayera a él, terminando en el mismo mingitorio que donde estaba el suyo. Después de éso, yo me dirigí unos pasos solo para tomar mi pantalón de mezclilla y empezar a ponérmelo. Pero torpe de mí, por no fijarme que la trusa ya estaba en el suelo, mientras que Uriel la levantaba con ambas manos y me sonreía. -Wey, usa algo de tu talla. Éste es un pinche paracaídas. -terminó con una risa. -¿Ah sí? ¿Cómo tus calzones de super héroes? -le comenté con una risa, a lo cuál él arqueó las cejas y asintió. -Pues sí we. O los moraditos con rayos negros que traías el otro día... -dijo con una pirada pícara y lanzando ya mi ropa interior. Después de finalmente vestirnos, nos fuimos a las gradas para terminar de ver el espectáculo de los demás clubes, para al final del día irnos a nuestras casas. Ése evento me hizo darme cuenta de dos cosas: Uno, mi fetiche sexual con la ropa interior. Ése evento hizo que mi fetiche naciera oficialmente. Dos, que mi gusto por los chicos despertara, especialmente por Uriel. Y si se preguntan si poco después ya no lo vi, pues tengo que decirles que aún quedan un par de historias antes.