1. Relatos Breves (Especial Navideño)


    Fecha: 20/06/2019, Categorías: Gays Autor: Eventualmente_Sexual, Fuente: SexoSinTabues

    ... madre, que ya empezaba a regañarme, salgo afuera de la casa y en la calle me quedo viendo a todos lados. Estaba oscuro todo, aun nada que asomaba el sol. Lo más bonito de esa madrugada, fue ver las luces navideñas colgadas en las ventanas de las demás casas, tanto en la mía también, en otros hogares titilaban lucecitas rojas, amarillas y verdes. A lo lejos de la calle, que iba de subida, una casa en el balcón había muchas luces que brillaban, el frio soplo en ese momento, y todo fue bello. Hasta que papá me interrumpe, llamándome para que entrara de nuevo a la casa. El carro nunca prendió, por un momento sentí satisfacción, pero luego recordé, que si no ha sido hoy, será mañana. De regreso a la cama, ya el sueño me era imposible agarrarlo de nuevo. La puerta de la habitación quedo medio abierta, las luces del arbolito encandilaban hacia adentro, con notas de varios colores, me dejaba ver todo a mi alrededor. Es cuando me doy cuenta de mi primo acotado a mi lado, pero no en la cama, sino en una colchoneta tirada al suelo. De piel morena, todo un cuerpo masculino de un hombre de21 años. La sabana que le arropaba ya no lo hacía, ahora esta descubierto. Tan solo lleva puesto una trusa blanca y, con las luces navideñas, alumbrando hacia al cuarto, podía ver toda su hombría erecta. Tanto mis ojos como mis pálpitos, se dilataron esa madrugada decembrina. Puesto con mi mirada en ello, de lado estaba colocada esa verga de macho. Mi lengua desea saborearla << ¿acaso ya no lo has ...
    ... hecho? >>. Si claro que ya lo hice ¿pero querrá él, a esta hora? Mi primo no fue quien me buscó, fui yo. Incluso él es muy arrogante, de vez en cuando es que deja mamársela por mí. La primera vez, deseaba dormir a su lado desde que llego a casa para quedarse con nosotros. La primera noche lo tantee con mucho sigilo. Se dio cuenta, no me dijo nada, tan solo se batuqueo en la cama, arropándose de pies a cabeza y dándome la espalda. Al otro día sentía vergüenza, pero nunca me dijo nada. La siguiente noche no hice nada. Pronto, de nuevo las ganas iban a querer hacerlo y así lo hice. Toque su erección por encima del short, estaba duro y creía yo que dormía —o al menos eso hacía—. Eso me bastaba, tan solo tocarlo, sentir lo dura que lo tiene, no es grande, pero si gruesa. La toque todita, desde la base hasta la cabecita. Estaba en un solo temblor, escalofríos que atizaban mi cuerpo. Dejo de hacerlo, como quien ya debe conformarse con un poquito siquiera. Esa noche fue diferente, porque mi primo con una pierna, toca la mía. Yo inmutado, no hago nada, luego no solo rozaba su pierna con la mía, después la monta encima, y ahí es cuando entiendo todo, él me está buscando. Una actuación que ambos hacemos, fingiendo con movimientos de dormidos. Empiezo yo a moverme, primero mi brazo cae encima de su abdomen, luego voy bajando lentamente, con mi mano de costado, sobo la erección, palpita fuerte y yo respondiendo a ello, la aprieto presionando hacia abajo. Ya sin ningún disimulo, de ladito me ...
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