1. Relatos Breves (Especial Navideño)


    Fecha: 20/06/2019, Categorías: Gays Autor: Eventualmente_Sexual, Fuente: SexoSinTabues

    ... habíamos llegado muy lejos. Sabía que iba rumbo a ser un marica, o al menos eso pensaba en aquel entonces. Mu culo estaba lleno de leche, me ha gustado, pero pensaba que hice mal << ¡muy mal! >>. Aquel diciembre del año 99, cogimos bastante. Me la metía y yo disfrutaba de su verga. Luego se la comía con la boca y si no recibía su leche en mi recto, en mi boca eyaculaba y yo la tragaba. Sucedió que el 01 de enero, después del cañonazo, una bala le alcanzo. Un tiroteo en el barrio, mi amigo murió… Tan solo tenía 14 años, un conocido cercano en una ocasión dijo; << Pobre Manuel, nunca supo que era meter la verga >>. Como si aquello fuese importante, pero igual manera pensé a mis adentros… A mí me la metió más de una ocasión. Y siempre lo hicimos con amor. La Paja De Wilson Era diciembre, por supuesto jugábamos todos los días en la calle, y los juegos eran mucho más geniales e intensos. Sucedió que una noche, comenzamos a jugar al escondite, Luisito es quién nos iba a conseguir, y se puso a contar. En la casa de la señora Rosa, ahí nunca dejaban que un viernes estuvieran bebiendo, demás era el hogar de Juan Carlos. Y casi todos pasábamos adentro, retozando y no respetando la casa ajena; pero la señora Rosa estaba ocupada y ni pendiente de nosotros estaban. Esa noche había una brisa sabrosa de esa que sucedía antes en los diciembres de mi época, también se sentía una alegría, y también muchos de los adultos bebían, en casi todas las calles estaba igual. Serian como las 8:00 de ...
    ... la noche, cuando Luisito comenzó a contar, yo junto con Juan Carlos, entramos a la casa de su abuela, pasamos por el porche, donde había hombres bebiendo y la señora Rosa atendiendo. Mi intención fue de un principio entrar a la habitación junto con Juan. Anteriormente, nos escondíamos y culiabamos por encima de la ropa; siempre era él detrás de mí. No sucedió como esperaba, el coge para el patio, y el patio de la Señora Rosa daba asco, y ahí yo no quería. Cuando venía un primo de Juan, viniendo del patio, él termina escondido en la cocina y yo me meto al cuarto. Si era cierto que la Señora Rosa nos dejaba andar por su casa, pero estar metido yo solo en unas de sus habitaciones, hasta yo mismo sabía que estaba siendo un pasado. Al esconderme detrás de una cesta de ropa sucia, estaba muy asustado, quería salir y pedir disculpas; en todo caso, sería a Wilson, el primo de Juan, también nieto de la señora Rosa. Wilson tenía unos 19 años en aquel entonces, es un catire (rubio) alto y de cuerpo un tanto musculoso, sus ojos verdes y el cabello casi amarillo, pero más bien era un castaño claro. Tenía unas entradas, y el entrecejo siempre lo tenía fruncido, aunque cuando uno hablaba con él, se daba cuenta que no era para nada amargado. Supuse yo que me iba a regañar, todavía no me ha conseguido en la habitación, pero ya se encuentra adentro. Había salido del baño, tan solo le cubre una toalla, estaba mojado y yo le veía de reojo. Asustado estaba, pero una erección ya tenía dentro de mi ...
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