La isla de los placeres mortales
Fecha: 20/06/2019,
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BDSM
Autor: reneamo, Fuente: CuentoRelatos
... embarcación, arrojándolos después sobre la marquesina, operación que tardó unos tres minuto, para volver prontamente a bordo de la misma manera en que lo había dejado, de un brinco, luego escuchó el característico sonido metálico de la cadena del ancla al recogerse, sintiendo más tarde un sonido de motores, y un bamboleo mayor que el habitual, lo que indicaba que la nave empezaba a dejar el muelle en donde estaba atracada. Durante una hora más menos estuvo recostada en una de las dos literas que tenía el camarote, naturalmente eligió la que le pareció mejor, luego se levantó para observar por la pequeña ventana circular como el yate iba bordeando la costa, para volver nuevamente a la cómoda litera por algunos momentos, cuando se sintieron tres golpecitos en la puerta de su camarote sacándola de una tranquilizante modorra que casi consiguió dormirla, la muchacha entonces se levantó y caminó con desgano hasta la puerta, abriéndola, quien golpeaba, era un apuesto varón quien se le dirigió cortésmente: -Señorita soy Arsenio su asistente, el capitán me pidió le dijera, si usted tenía a bien reunirse con él en cubierta, en unos momentos. -Bien Arsenio, dígale al capitán que estaré allí en un unos minutos, gracias. Una vez que Paula llegó al puente donde estaban reunidos la tripulación y las dos mujeres que habían abordado antes que ella, escuchó al capitán decir: -Tengo el honor de darles la bienvenida a nuestras distinguidas invitadas, estoy a vuestro servicio, como la tripulación ...
... que nos acompaña. Mientras Paula escuchaba buscó un lugar donde sentarse para continuar así atenta a la arenga del capitán. -Quiero presentarles a Hans, el segundo de a bordo, mi lugarteniente y mecánico, el es alemán, luego presentó a un sujeto de rostro y actitud afable, el es Manuel nuestro cocinero, es español malagueño, yo, como ustedes saben yo soy el capitán Theo Theodoridis, griego, como el resto de la tripulación, vuestros asistentes y ordenanzas. -Para mí es un deber comunicarles que el yate y todas las personas que se hallan a bordo, están regida por la jurisdicción del país o estado en que se encuentren, vale decir; dentro de un espacio marítimo determinado a lo largo de la costa de las aguas por las cuales navegamos, me hago cargo del mando del yate según las leyes normativas y procedimientos internacionales para la navegación. El capitán les expuso las reglas generales, agregando finalmente: -Cualquier pregunta pertinente en cuanto a los servicios, estoy presto a informarles, además, debo indicarles que por explicito mandato de nuestros superiores, en nuestro paso por los puerto en que recalaremos deben mantener una conducta discreta de la misma forma que lo haría cualquier persona que se encuentre de turista o prestando algún servicio en hoteles, como touristguide, o estudiantes haciendo investigaciones de algunas ruinas de la cultura helénica, lo cual es muy común en estas islas. No deben llamar la atención usando vestimentas llamativas, como tampoco aquellas ...