Visitas a mi vecino (Un encuentro fortuito)
Fecha: 22/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... vez, en manos de Alex; y se inclinó para meter las narices entre esas preciosas nalgas cubiertas de suave pelusilla, le abrió las piernas un poco más y sacó la lengua, para metérsela debajo de los huevos y disfrutarlo a sus anchas. Ese sabor a juventud le encantaba. Poco a poco, Alex fue deslizándose hacia abajo, y pasó de la boca a la polla, para comérsela con ansia, mientras Edu continuaba jugando con su lengua en esa raja, una y otra vez… El chico empezó a jadear y a echar la cabeza para atrás; y, poco a poco, se fue enderezando… Cuando, por fin, estuvo de pie. Se quedó quieto junto al sofá, para seguir sintiendo eso que le tenía atrapado y completamente loco de placer… ¡Cómo le gustaba sentirse deseado por esos dos tíos! Alex le comía la polla y Edu continuaba enganchado a su precioso culo. - ¡Que rico!… ¡qué bueno está!, exclamaban de vez en cuando... Ariel continuaba de pie, con los ojos cerrados... y, de vez en cuando, se inclinaba hacia adelante y abría las piernas, un poco más, para que Edu supiera que eso le gustaba. De repente, se sintió invadido; Edu se la había clavado sin contemplaciones, y ayudándose con las manos le abría el culo para metérsela hasta el fondo - ¡Aghhhh!… ¡siga, siga!… ¡me gusta!... ¡me gusta! Alejandro se separó un poco y mirándole a los ojos, sonrió… - ¡Pegale fuerte, Edu!… que eso le encanta... Y siguió comiéndole la polla, con más entusiasmo, si cabe… Pero Edu, no dejaba de pensar en cómo sacarle el máximo partido a la situación con ese ...
... chico, que estaba jamón, como él decía; y que le gustaba a rabiar. Le cogió de la mano y - ¡Espera un poco, Alex!... mejor que se suba a la mesa de masaje ¿no?… ¿cómo lo ves? - ¡Claro!, mucho mejor… En casa de Fermín... A pesar de que Diego había llegado muy cansado, y no quiso darle mucha importancia a lo que su abuelo le había dicho, delante de él, se quedó muy inquieto. Le extrañaba mucho que su tía Ana le hubiera pedido a su abuelo que diera una vuelta por su casa para echarle un vistazo a su primo Ariel, que era un año mayor que él; aunque , eso sí, mucho más confiado... y muy buena gente. ¿Que podría pasar? Empezó a dar vueltas en la cama. No podía dormir… Al rato, miró el reloj; eran 03:30. Se levantó sin hacer mucho ruido, para no despertar a su abuelo, y se vistió. Luego bajó a tomar el fresco, hacía una buena noche… En la calle apenas si se veía alguien; pero, bajó hasta la esquina, para fumarse un pitillo, mientras daba pequeños paseos… Cuando se disponía a volver sobre sus pasos, vio a Pedro, el padre de Loren, que bajaba con en el coche hacia la plaza en la que vivía su tía Ana. Le llamó a atención verlo a esas horas en la calle. Parecía un señor muy serio, y su comportamiento siempre era absolutamente impecable... pero le paró: - ¡Buenas noches!, D. Pedro. Veo que va en dirección a la plaza, ¿le importaría acercarme? - ¡Que va!, ¡sube!… es que me ha llamado un amigo que sabe que estoy de Rodríguez, para invitarme a tomar una copa... ¡ya sabes! Consciente de la ...