Despertar
Fecha: 24/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... costaba mucho. A él parecía no importarle y me la metía bien hondo; alguna vez, me lo metió entero: mi nariz quedó pegada a sus pelitos, mientras yo sentía que me había llegado al estómago: estaba yo echada boca arriba y Pedro me la metió en la boca y comenzó a apretar. No podía pasar pero empujó con fuerza su pito que estaba durísimo, hasta que algo cedió y pasó bien adentro de mi garganta. -Miren esto, miren esto- gritaba eufórico, mientras mis ojos lloraban, pero yo estaba orgullosa. Al ratito me la sacó y me dejó recuperar, se puso de pie y se arrimó a mi que había quedado sentada y me volvió a apoyar el pito en los labios. Lo miré y abrí la boca. Me la volvió a meter hasta el fondo y mientras me apretaba la cara contra su vientre, volvió a llamar a todos a que vieran. Delfina y César se miraron; ella se arrimó lentamente, se arrodilló frente a él, y comenzó a querer comerle el pito. Cuando era requerida por cualquiera, Delfina no se negaba a lo que fuera, pero siendo César, su comportamiento era especial, y no quería ser menos que yo. Luchó contra sus arcadas y vomitó, pero terminó por meterse el pito entero hasta la garganta. Así, lo miraba desde abajo a César con ojos de enamorada. Un día, que Pedro no había venido, me llamó César, mi hermano mayor. -Todos dicen que se la mamas solamente a Pedro, eso no puede ser. Aquí están Adolfo y Joaquín, que se están quejando, chupáselas, dale-. Yo asentí gustosa. No era cierto lo que decía porque cualquiera de los chicos que ...
... me hubiera pedido, se la habría chupado y a estos chicos se las había chupado innumerables veces. Pero obedecí a mi hermano sin discutir ni decir nada. Hicieron una rueda entre todos con los chicos al medio, y yo me apliqué a chupárselas como sabía. Los chicos lo llamaron a César para que se uniera: -Vení, no sabés cómo la chupa de bien-. El comentario me llenó de orgullo. César se incorporó al grupo y se la chupé como a los otros, poniendo esmero, hasta que acabó en mi boca sin que yo dejara escapar una gota. Desde fuera del circulo percibí la mirada enojada de Pedro que había llegado cuando estaba en plena faena. Yo había tragado lo de los tres. El sabor de César me encantó, aunque había largado tanto que me salió por la nariz. César quedó encantado conmigo y desde entonces me requería; sobre todo cuando estábamos en casa, en cuanto podía, me ponía su pija en la boca para que lo satisficiera. Normalmente cuando nos sentábamos a ver TV a la tardecita, mientras mamá cocinaba, me hacía que se la chupe silenciosamente y me llenaba de leche la boca, muchas veces, más de una vez. Me sentía orgullosa. Creo que nunca en mi vida tomé tanta leche de macho como en esas tardes de verano. Delfina vino un día con más novedades de su hermana y el novio, que todos escuchamos extasiados y llenos de intriga: -Mi hermana se mete la pija del novio bien adentro en la boca y le saca la leche. Además se la traga. Eso ya se los conté. Pero, ¿saben una cosa?, ayer cuando mi hermana le chupaba la ...