1. Despertar


    Fecha: 24/06/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... visita de todos los chicos en su culito y más de una vez, porque apenas se recuperaban volvían por ellas. Durante toda la tarde las culearon incesantemente, uno tras otros, mostrando un vigor propio de la edad. César, el más grande, fue marcando su dominio y su prioridad culeándolas primero que nadie, después vinieron los otros. Felicitas y Rocío se quejaron de dolor al rato de estar recibiendo y recibiendo pero habían logrado terminar disfrutando sus orgasmos. Cuando César fue por Delfina, ella se mostró activa y con sus manitos separó los cachetes de la cola, para que César se la metiera bien. Cuando lo sintió bien, lanzó un hondo suspiro y al ratito, en medio de jadeos, tuvo un orgasmo fenomenal. Yo los veía mientras Pedro me culeaba. Delfina estaba en la gloria y se movía como buscando que se la meta más adentro. Mientras los otros seguían culeando entre todos, yo seguía con la pija de Pedro metida atrás, que él no sacó cuando terminó, sino que se quedó él abrazado, apoyado en mi espalda, como quedamos cuando terminó. Luego nos adormilamos con Pedro, que quedó pegado a mi, con su pija bien metida en mi cola, aplastándome. Pese a que había acabado, y me había culeado bien culeada, no se le bajó sino que quedó con consistencia sin salirse y al rato recuperó todo su vigor, y Pedro me echó otro polvo, mucho más placentero que el primero. Me hubiera culeado más veces, pero ya se hacía la hora de volver a casa. Esto se hizo costumbre, y todos los días, después de culearme, ...
    ... Pedro se quedaba pegado a mi, casi siempre en posición cucharita, con su pija adentro, bien adentro, para evitar que otros me requirieran. Así, no era raro que su pija volviera a crecer dentro de mi culito, y el volviera a acabar, después de culearme bien. Enseguida comencé a tener unos orgasmos sensacionales, que al principio no sabía reconocer. Entre tanto, mis tetitas crecían, creo que a fuerza de pija y leche, se fueron formando para delicia de todos y en especial de Pedro que lo disfrutaba enormemente. Lo curioso era que a veces otro de los chicos quería que le chupe la pija, y entonces yo, cuidando de no zafarme de Pedro, me incorporaba a medias y se la chupaba también. Eso si, cuando no me culeaba Pedro, siempre había algún otro que lo hacía aunque César era el que menos. Hernán, nunca. No pasaba un día sin que fuera bien culeada al menos dos o tres veces. Una siesta que Pedro yacía despatarrado boca arriba, me arrimé a gatas entre sus piernas y tomé sus huevitos en una mano y la pija con la boca. Quería sorprenderlo y darle placer y vaya si lo conseguí, pero cuando la tenía bien en la boca se arrimó por atrás Joaquín, tentado por mi ojetito, y me la ensartó en el culito. Fue delicioso y de la sorpresa me tragué toda la pija de Pedro. Joaquín me culeó bien culeada, con una habilidad que no le conocía de las otras veces que me había culeado, y que no eran pocas; a decir verdad, me llevó al cielo y me arrancó un orgasmo delicioso. Le hubiera querido besar y agradecer, pero ...