Claudia, del voyeurismo al bisexualismo (Parte III)
Fecha: 25/06/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: MilkyQueen, Fuente: SexoSinTabues
... miedo de que la atraparan como las veces que cogía con Santiago, pero yo no sería tan tonta como él. Seguí concentrada en mi objetivo, y comencé a quitarle el corset con las manos, rozando su piel con mis manos. Al parecer ella comenzaba a sentir algo también, porque sus manos encontraron las mías de nuevo. Me miró a los ojos y me sonrió. -No sabes cómo me alegra que hayas venido. Retiré el corset y brincaron sus enormes tetas frente a mí. Tenía puesto un sostén azul con puntos blancos, que le apretaban más sus tetas y me incitaban a comérmelas. Sentí que su piel se iba erizando, y pude ver a través de su sostén que sus pezones se pusieron duros. Cuando estaba dispuesta a hacerle de todo, ella se movió bruscamente y se apartó, un tanto nerviosa. Quizás se sentía mal, o no le gustaba, pero ella se había excitado… Claudia hizo como que no había pasado nada y se quitó el vestido, poniéndose una blusa sin mangas blanca y un bóxer rojo. Yo estaba recostada viendo la tele y ella se recostó junto a mí, y al sentirse tranquila, se quedó profundamente dormida. Vi ahí mi oportunidad nuevamente, y miré que aún tenía el sostén azul. Volví a rozar su piel con las yemas de mis dedos, y vi que se erizaba de nueva cuenta. Ella no se movió, por lo que me atreví a más cosas. Durante el transcurso de mis visitas fisgonas a Claudia, había visto una cantidad enorme de pornografía, y durante esos videos había visto varios donde una mujer le lamía el coño a otra desenfrenadamente, y la hacía ...
... retorcerse de placer. Con cuidado me bajé a la altura de su short y se lo bajé hasta los tobillos, y dejé al descubierto su vagina cálida y depilada. Acerqué mi nariz a su sexo y el olor me hipnotizó aún más. Metí mi nariz aún más cerca de sus labios y vi que Claudia gimió un poco. Dudé un poco, pero finalmente saqué mi lengua y la rocé suavemente contra sus labios vaginales, y Claudia se movió un poco más. Con mis manos tomé sus muslos y lo separé, para que no me apretara con sus piernas fuertes. Pensé que al final de cuentas Claudia se despertaría, por lo que empecé a lamer con más fuerza, encontrando entre esos movimientos su clítoris. Tenía un sabor dulce y suave, era como si su olor mismo fuera palatable. Mi lengua comenzó a inundarse con sus líquidos y succioné un poco, lo que a ella le encantó porque miré que su cadera se contoneó rápidamente. Ella comenzó a gemir y sus caderas se estaban moviendo al ritmo de mis lengüetazos, hasta que un movimiento rápido la hizo levantarse de golpe. Se sentó y me miró sorprendida, y al verla que la miraba me excité y lamí más profundo su coño. Pensé que me quitaría, pero no lo hizo. Su mirada cambió y se volvió sumisa, quedándose sentada recargándose contra las almohadas de su cama. Se sonrojó y seguía moviendo sus caderas, mirándome fijamente. Me detuve un momento. -Perdón Clau, no pude evitarlo… -Pero es que… Eres tan joven y yo… A mí no me gustan las mujeres… -Sí soy chica, pero yo sé lo que quiero. Y a mí no me gustan las mujeres, a mí ...