1. En el desfile


    Fecha: 30/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: mariacristina, Fuente: SexoSinTabues

    ... horario de trabajo, finalmente nos avisaron que fuéramos nosotras solas, bien temprano para ubicarnos mejor y con Diana fuimos y volvimos solas. Tampoco apareció mi hermano mayor -que al principio se anotó como cuidador de las nenas…- porque en ese tiempo andaba medio loco con una nueva amigovia y sin haberlo planificado así, fuimos solas y de a poco íbamos entrando en la marejada de gente que se agolpaba hacia las veredas. A poco y como si estuviesen sincronizados, Diana se encontró con su novio y apenas éste llegó, le saltó al cuello y al rato ya lo tenía al hombre prendido detrás suyo, mientras íbamos avanzando entre el gentío. Su saludo me impresionó y hasta hoy no lo olvido, pues aunque nos vimos un par de veces antes (dos veces en un cine y otra más en un pab) me dijo muy expresivamente: - buenas noches, señorita. la más bonita entre las primas… y nos obsequió un par que tabletas de chocolate a cada una. El desfile aún no comenzaba. Por insistencia del primo ocasional, fuimos entrando hacia adelante y en algún momento mi prima –que iba delante de él- llegó hasta el frente, al costado de varios palcos oficiales que fueron montados para el desfile. Tenía delante suyo como dos graderías de madera o tablones y podía ver cómodamente hacia la calle, por encima de las cabezas de los que estaban sentados en el tablón superior. Como todos miraban ansiosos hacia el lugar de donde vendría la marcha, nadie se ocupaba de lo que pasaba atrás… y en ese momento fue cuando sentí un ...
    ... primer empujón de alguien que se vino a colocar detrás de mí, mientras la gente se seguía apiñando. Pocos minutos antes me había parecido sentir algún leve roce en las nalgas pero no le di importancia porque pensaba que era por la aglomeración de la gente. Pero este empujón suave al comienzo comenzó a ser más sostenido y luego ya con más fuerza. volví levemente la cabeza hacia la derecha y. ¡sorpresa! Era el novio de mi prima que de a poco fue quedando detrás de mí. y que ya estaba “súper armado”, según yo lo estaba sintiendo, bien apoyado en mis nalgas –Perdona, prima. es que la gente. me dijo –Sí. le contesté yo. –No hay cuidado, no te preocupes. y se lo dije con una suave sonrisa cómplice. Entonces me tomó de la cintura con sus dos manos, se acercó aún más preguntándome por mi prima, aunque también él veía que ella estaba más adelante. –Sí, allí está, todo bien. le dije y él, que se iba agachando por encima de mi hombro como para mirarle mejor a ella, acomodó mejor entre mis nalgas el bulto que sentía oprimiéndome desde atrás, sin que me soltara de la cintura y de vez en vez, suave pero constante, me atraía hacia atrás al empujarme y una o dos veces, recuerdo que lo hizo con más violencia repitiéndome cada vez -Perdón, prima. la gente. Comencé a sentirme excitada. sentía el pecho de él rozando mi espalda y sus manos sosteniéndome bien desde ambos costados y. empecé a imaginar cosas. Mi prima se volteó luego de un rato y le hizo una seña con la mano, llamándolo. Él le preguntó ...
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