1. u) Lo que Alex desea de mi


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Gays Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus ojos. -Te corriste a gusto, ¿verdad putito? -aún traspuesto por la corrida no sabía a lo que se refería. -¿Qué? -Tu corrida, tienes una leche muy rica. -nadie me había dicho que le gustara mi semen, siempre había sido yo quien gustara de tan precioso líquido expulsado de mis testículos. Ese detalle me hizo sonreír. Alex se había bajado la bragueta del pantalón y por encima del bóxer sacaba la polla, era larga aunque no la tenía sacada entera, se veía blanca con la punta rosada, muy bonita. -Parece grande, enséñamela entera. -me senté sobre la mesa mientras se desnudaba y yo miraba detenidamente. Tenía un tórax impresionante con pectorales pronunciados y abundantes y las tetitas marrones brillaban por los hilos de oro de los vellos, no tenía tanto como los hombres de mi casa, o quizá al ser rubio no se notaba tanto, el abdomen marcaba ligeramente los abdominales al moverse o respirar, la polla era más corta que la de Davy y más proporcionada en el grosor, y no podía ver más por mi situación, pero con lo que se me mostraba era suficiente para que mi culo latiera deseoso de su verga. -Llévame a la cama por favor. -me volvió a tender sobre la mesa y me fue bajando las braguitas hasta sacarlas por los pies, las olió suspendiéndolas en el aire sobre la nariz. -Las guardaré de recuerdo, tienen el olor de tu precioso culito. -entonces sí que me cogió en sus brazos y me transportó a la cama sujetándome de su cuello y besándolo, me transportaba como si no supusiera un peso para ...
    ... él. -Me encantas Alex, eres tan fuerte, tan varonil, bésame, quiero que me folles y me des tu verga, hoy es mía. -me depositó con suavidad y se tumbó a mi lado. ahora podía cogerla y sentir su dureza y grosor, el vello de la pelvis, como todo el de su cuerpo era rubio, más oscuro como el que se perdía bajando por los costados de la bolsa escrotal hacia el perineo. Mantenía la verga como un mástil elevado al cielo y le coloqué mi boca de bandera. El sabor era delicioso y el olor dulzón me mareaba, la metí hasta la garganta sintiendo que le gustaba al escucharle gemir en roncos mujidos llorosos de satisfacción viril. Se lo chupé lo mejor que sabía hacerlo, entregándome a darle placer, acariciándole el ano y lamiéndole los testículos con todo mi fervor, y cuando se vino en mi boca, en largos chorros de semen, lo conservé hasta que dejó de eyacular y se relajó. Le enseñé la simiente que me había dejado abriendo la boca y colocando el semen sobre la lengua. -No te lo tragues. -imagine lo que quería al tirar de mi para que me acercara, me coloqué con la boca sobre la suya y fui dejando caer lo que contenía, luego le besé volviendo él a pasármelo y así jugamos hasta que él muy goloso se lo tragó. -Mamas la verga como nadie, Davy supo elegir lo mejor. -reía mientras lo besaba enredando los dedos en el pelo de su pecho. -Davy me eligió por el parecido de mis ojos con los tuyos, la primera vez que follamos te nombraba, repetía tu nombre una y otra vez, fue la primera referencia que tuve ...
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