1. u) Lo que Alex desea de mi


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Gays Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... de ti. Nos quedamos dormidos un tiempo sintiéndome abrazado y en el calor de sus brazos, en la casa de Alex como en la de Davy, no reinaba el agobiante calor de la mía y resultaba agradable el contacto de los cuerpos. Nos levantamos para darnos cuenta de que hacía una tarde preciosa y nos apetecía pasear, me había limpiado a propósito y al final no follamos. La botella de champán seguía entera y se la llevó para meterla en la nevera, lo que quedaba en las copas lo tiro en el inodoro. Me enseñó su casa, para mí era como un palacio, la habitación en la que habíamos estado y otras dos semejantes y vacías, una sala donde podría perderme y con piano, me aclaró que en las fiesta Davy lo tocaba y ahora llevaba años sin usar, y mucho más que no recuerdo, y lo más bonito la inmensa terraza que miraba por encima de los tejados de las casas adyacentes. El paseo era lento, como yo no conocía la zona me iba indicando los edificios más representativos y bonitos que encontrábamos, hasta que me di cuenta de que estábamos en la estación del metro que cogía cuando iba a trabajar donde Davy, esa parte ya la conocía, me señaló la casa donde vivían sus padres con María, a doscientos metros de la de Davy cruzando la carretera. -Quédate esta noche a mi lado. -me había cogido la mano y me lo imploraba. -Llamaré a mi padre para que no se preocupen por mí. -no podía ni quería decirle que no, además de por querer estar a su lado, resultaba difícil decir adiós a lugares tan bonitos, a casas ...
    ... señoriales, a la suya donde se estaba tan bien. Sentía envidia de ellos, y sabía que no estaba bien, pero la sentía. Me invitó a comer jamón y ensalada de salmón en un pequeño bar del centro, y volvimos a su casa. Nos bañamos en su lujoso y enorme cuarto de baño, con una bañera gigantesca donde cabíamos los dos y jugábamos envueltos en las burbujas del hidromasaje hasta terminar excitados. Sumergí la cabeza y le chupé la polla, el me hacía lo mismo entre caídas en el agua, las posturas forzadas hacían que resbaláramos en la brillante cerámica riendo como niños. Lentamente comenzó a colocarme para que me fuera sentando en su verga, me follaba despacio siendo yo el que le cabalgaba a mi antojo, estaba gozando de la sensación del agua burbujeante cubriéndome hasta la cintura y la dura polla llegándome hasta el fondo del culo. Empezó a moverse, subiendo las caderas para empalarme en el aire, y cuando caía el agua rebotaba saliendo de la bañera, estábamos en ese frenesí cuando se quedó rígido, elevado y clavado en mi culo, y comenzó a eyacular entre fuertes convulsiones. -¡Ya, ya, ya! No aguanto más. -cayó rendido y me aplasté sobre él para seguir sintiendo los impulsos de su verga entrando en el ano para vaciarse y eyaculé a mi vez. No dejábamos de reír mirando los hilos de semen flotando en el agua y como seguía subiendo a la superficie lo que dejaba salir del culo, divertido me lo taponaba metiendo un dedo y me pedía que hiciera fuerza para expulsarle y que el semen saliera. Resulto un ...
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