1. Dulce y amarga amistad (10)


    Fecha: 23/07/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... se sentiría mejor en el interior para evitar en lo posible que alguien pudiera vernos y le pedí que entráramos. Nos pusieron en una mesa discreta alejada de los grandes ventanales y arrinconada, al sentarnos metió la mano debajo de la mesa para acariciarme el muslo subiendo mi pantalón, me había puesto uno de pata corta a propósito, para enseñar mis torneadas y doradas piernas, tocó mi piel con suavidad y luego hizo presión sobre ella. Iba con solamente el pantalón muy ceñido marcando mis duros glúteos, un tanga de cintura y tiras en las nalgas, servía para contenerme la verga. Su mano acariciaba mi muslo y fue ascendiendo debajo de la tela, hasta llegar a mi entrepierna y alcanzar el borde de la tela que guardaban los testículos con la punta de los dedos. –Ahí se detuvo sorprendido y me reí al ver su cara. -No me toques mucho, no quiero manchar el pantalón, déjalo para después. -No sé si me podré contener. -Ya estaba claro a lo que jugábamos los dos. Retiró la mano para ni tranquilidad y pidió la comida al camarero. -Me van a regalar un apartamento y quiero instalar un sistema de seguridad y a la vez poder grabar lo que suceda en él cuando no estoy, ¿cómo lo ves? -Jugaba por adelantado esperando que lo que tenía previsto con mi tío no fallara. -Eso es muy fácil, mis técnicos hacen maravillas que nadie puede notar ni ver. ¿Pero no tendrá algo que ver con la empresa donde nos conocimos, verdad? -Le cogí la mano y se la apreté con una dulce sonrisa. -Indirectamente, pero no ...
    ... tienes que preocuparte, lo que me instales no te comprometerá y sabré agradecértelo Juan Carlos, vas a hacerme un gran favor. -De momento era suficiente, después iría añadiendo exigencias a los servicios que deseaba de él. Como se había quedado en suspenso seguí para que dejara de pensar en lo que le había pedido. -Lo que quiero es divertirme, que sea como en una peli de espías. -Nos reímos los dos de mi ocurrencia tan tonta. Ya tenía quien se encargara de ese punto tan importante para lo que deseaba cuando llegara el momento. No tardamos en comer y montamos en su coche, me abrió la puerta para que entrara como todo un caballero, acercándose en exceso cuando me deslicé en el interior. No pregunté por el lugar donde me llevaba, me resultaba indiferente. -Iremos a un hotel cercano que conozco, allí podremos hablar con tranquilidad y sin ser molestados. -Debía ser conocido en el lugar y sin preguntar le entregaron una llave, me dejé llevar hasta la habitación, sin hablar durante el trayecto hasta que el ascensor nos dejó en la planta que buscaba, no era algo del otro mundo, pero estaba limpia y ordenada, tenía cuarto de baño y una televisión que puso inmediatamente en funcionamiento, como era de prever proyectaban una película porno. Sin más se quitó la chaqueta y la camisa, me asombró lo que dejaba a mi vista, un cuerpo bien formado, tonificado por el ejercicio. Y el resultado final, cuando se bajó los pantalones, fue plenamente satisfactorio, resultaba de una virilidad que ...
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