Terry y Jonathan VI Una historia de amor gay - Relatos Eróticos

Terry y Jonathan VI Una historia de amor gay

... que Terry terminaba de leer el periódico, Jonathan fue al baño a tomar una refrescante ducha. Cuando apareció de nuevo, estaba todo de blanco, pantalones blancos, camisa blanca, zapatos deportivos blancos sin calcetines. Pasaría perfectamente como un jugador de Tenis. Al ir poniéndose Terry sus zapatos, tomar su billetera y otras cosas para el camino, Jonathan le preguntó algo que se había estado cuestionando toda la noche. "No quiero ser indiscreto Terry, pero podrías decirme cuanto gastaste anoche." "¿Indiscreto? Me chupaste la verga y el culo, me cogiste por el culo... y yo a ti lo mismo. ¿Y crees que esa pregunta es indiscreta?" Rió Terry. "Nada Jonathan, nada es demasiado indiscreto como para que me lo preguntes, ¿entendido?" Algo apenado, Jonathan dijo. "Lo siento Terry." "No hay por lo cual disculparse. Y respondiendo a tu pregunta... veamos. Trescientos por la cena, cien para Marino, veinte para el recepcionista, veinte en el club... y ah si doscientos para el jovencito aquel en Santa Mónica, y veinte más en el café... eso es... ¿$660? Vaya resultaste una cogida muy costosa." "¿Eso es todo lo que soy para ti Terry?... ¿Solo una costosa cogida?" Dijo Jonathan mostrando dolor en sus ojos. Terry tomó al chico en sus brazos y le dijo de todo corazón, desde lo más dentro de su alma, "No mi amor. No eres una costosa cogida. ¡Eres lo mejor que me ha ocurrido! Suena extraño, pero en las últimas 24 horas alocadas que hemos vivido, me he enamorado perdidamente de ti. Y ...

... sabes... me moriría de amor si no sientes lo mismo por mí." "Oh, el cielo sabe que lo hago. ¿Cómo diablos fue que ocurrió todo esto?" Preguntó Jonathan sorprendido. "A quién le importa como ocurrió. Lo importante es que ya está hecho. Ahora mueve tu hermoso y apetecible trasero y vamos al auto. Me está dando hambre y duraremos hora y media en llegar. Con suerte estaremos ahí a las 9:30." Ambos salieron corriendo, como los chicos que son, hacia el garaje. En lugar de encender el Viper. Terry encendió el motor de un Mercedes 500 SL convertible color negro estacionado ahí. Jonathan pudo notar que había otros autos muy caros en el enorme garaje. "¿Quieres conducir Jonathan? Preguntó Terry. Jonathan sin necesidad de contestar, se puso frente al volante, en el asiento del piloto. "¡Vaya que si es un auto elegante!" Dijo Jonathan al pasar la mano por el volante. "Era de mi papá. Lo compró... justo antes del accidente. ¿Ves el kilometraje? No tiene ni 75 kilómetros. ¿Puedes ver aquel Roller Coupe allá?... ese era de mi mamá. El Land Rover También. Les encantaban los autos. Me quede con todos porque aún no tengo el valor como para deshacerme de ellos." Dijo Terry con una pizca de tristeza muy notable en su voz. Emocionado por la oportunidad de conducir un costoso auto deportivo, Jonathan salió por las compuertas y condujo hacia la carretera. Pronto se encontraban en dirección oeste hacia Ventura, luego hacia el norte por Santa Bárbara y más allá hacia su destino. Los escenarios eran ...