1. La reeducación de Areana (18)


    Fecha: 26/07/2019, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... respaldo del sofá. Lucía tragó saliva, emitió una tosecita, se recompuso después del examen visual al que había sido sometida y explicó: -Bueno, yo… más que plan tengo… la idea por ahora, si usted me deja, señora, de ser… no sé, el Ama de Areana en la escuela… Bah, a lo mejor eso de Ama me queda grande, lo que quiero decir es… es que quisiera dominarla, yo y dos amigas que también la odian… Amalia se divertía con la evidente nerviosidad de la chica, al par que experimentaba una cierta ternura comprensiva y por eso la alentó: -Tranquila, pichona… Tranquila… Me resulta muy interesante tu idea. Decime, ¿sabés lo que es el BDSM? -Desde hace un tiempo estoy entrando en algunas páginas. -Ah, muy bien. Entonces sabés de que se trata. -Sí, aunque mi única experiencia fue con ella y su madre y… y Milena me dijo que tengo pasta de Ama… -Milena sabe de esto, pichona, así que debe ser así… Bienvenida al Reino. Lucía sintió que estaba excitándose, y mucho, y debió contenerse para no gemir cuando las mariposas se le alborotaron en el estómago. -Gracias, señora… -murmuró y ante una pregunta de Amalia dijo: -Lo que quiero es hacerle la vida imposible, volverla loca… -¿Y a qué se debe tanto odio? –quiso saber Amalia. Lucía le contó sobre la conducta soberbia y prepotente de Areana, sobre esa violencia física que había descargado contra ella y otras alumnas y Amalia lanzó una carcajada: -Ya habrás visto cómo está ahora, después de que la domamos, ¿cierto? -Sí, es verdad, me impresionó verla ...
    ... convertida en eso que es ahora… Quiero divertirme con ella, señora, por favor… -No hay inconveniente, querida… Tenés mi autorización y a mí me vendrá muy bien tenerla controlada también en la escuela. -¡Ay, gracias, señora! ¡Muchas gracias! –se entusiasmó Lucía. -De nada, pichona, inspirate y que vos y tus amigas se diviertan en grande con Areanita. Te informo que lo único que no pueden hacer es lastimarla. -Sí, Milena me lo dijo. -¿Y la mami? ¿qué te pareció la mami? -Mmmhhhh, está buena también y me dio mucho morbo maltratar y cogerme a la hija delante de ella. Amalia rió, complacida por esa muestra de crueldad de la adolescente y le propuso: -¿Querés hacer una visita guiada por ciertas zonas de mi departamento? Lucía frunció el ceño, intrigada: -Te va a gustar. –insistió Amalia y sin esperar la respuesta tomó de la mano a la adolescente e inició el trayecto. Cuando llegaron a esa zona donde el departamento se tranformaba dramáticamente, Lucía, conmovida por una fuerte impresión quiso, instintivamente librar su mano, pero Amalia la retuvo: -No te asustes. –dijo y siguió avanzando con la asombrada Lucía detrás de ella. Transitaban ahora por esa zona de paredes de piedra y en el piso ya no había parquet sino tierra apisonada y la lóbrega iluminación era provista por algunas lamparitas que pendían del techo, también de piedra. La adolescente miraba todo aquella ambientación siniestra con ojos agrandados al máximo y escuchó que Amalia le decía: -Ahora voy a mostrarte el aula. ...
«1234...7»