TODO ES EVENTUAL: La Casa De Los Fenómenos
Fecha: 01/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Eventualmente_Sexual, Fuente: SexoSinTabues
... que estaba dando calor a su trozo de carne, haciéndose la paja como tío Juan lo hace. Lo que me gustaba de ver a Félix era que él me hacía seña para ayudarlo, bastante que me gustaba tener ese trozo de carne dura, tiesa como palo, tan blando y caliente, cuando ya empezaba a quejarse, me pedía que abriera la boca, y todo eso blanco que expulsaba, en mi lengua la echaba. Una vez puso tan cerca su cabeza en mis labios, que sin pensarlo le lamí terminando de limpiarle resto de su semen. Pero me vio raro, como si eso no lo podía hacer — ¿A caso no era suficiente beber su leche? —. Al regresar a la casa, me iba con una sensación de querer hacer algo más, algo que sabía mi cuerpo estaba incompleto, me detenía a medio camino, sacaba mi pene extraño y me hacía también la paja que tanto tío Juan se hacía como también Félix. Esa mañana supe que también blanquito me salía, aguadito pero salía… Estando sentado en la sala, tío enfermo comienza reír viendo a la techo, detrás suyo una sombra muy oscura se formaba. Toda mi piel se ponía de gallina, por ello salía de ahí lo más rápido posible. Y cuando voy al cuarto donde duermo con tío Juan, él estaba de nuevo jalándose la verga. Me detuve ahí en la puerta y lo vi sin cuidado alguno, ya otras veces lo hacía y como él nunca me espantaba, quedaba embobado viendo como su trozo negro escupía blanco grueso al suelo. También ya me había dado cuenta, que tío Juan no hacía eso cuando abuela estaba en casa, pero solos casi siempre lo hacía. Esta vez ...
... que lo miraba, ya mi cuerpo sentía la necesidad de acercarme, unirme también en jalarme mi pene. Mi piel se ponía caliente, mis sentidos estaban a flor de piel, unos nervios que controlaba todo mi ser, mi lengua se ponía gruesa —o al menos era esto lo que sentía yo— como palpitando al ritmo de mi corazón, mi pene, mi hueco y toda mi pulsación. Él estaba fijo viendo cómo se jalaba su verga negra, con pasos lentos fui acercándome, y como no me decía nada, tuve tan cerca de él, que estando acotado en su cama, yo estaba a su lado de pie. Y ningún momento había dejado de ver su verga, como tampoco paraba de jalarse. Cuando fui suspendiendo mi mano a tocarlo él, aun movimiento, posé mi mano en su glande lustrado y a la vez en su mano. Dejó de moverse. Su respiración cambió, ahora lenta y temblorosa, profunda y muy queda. Cogí el miembro viril por el tronco, cerrando fuerte e imitando como lo hacía. Bajé lento, y templé fuerte, el glande se lustro con una hermosura, tan provocativo, mi boca caliente, mi saliva a punto de correrse por mis labios, mi mirada fija… Cerré los ojos, me agaché y lo chupé. — Ahhh El olor era tenue. — Ufff Un sabor que no sabría cómo identificar. Quizás orine, cebo, ese líquido viscoso tan rico… — Ohhh Lo cogí y como chupeta lo lamía. Luego su mano sobre mi cabeza y empuja y todo parece ir adentro de en mi garganta. — Ahhh Su pene me escupió. El sabor de su blanco líquido, quedo por muy largo rato en mi paladar. Yo lo provocaba cuando ya perdía el sabor, me ...