Dulce y amarga amistad (03)
Fecha: 05/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... penetrando y sus largos dedos durante un tiempo muy largo. Cuando pensó que me tenía listo se tendió a mi lado para dejar que le besara la boca, de que lamiera sus labios rojos a punto de sangre de lo que había chupado. -¡Gracias! Álvaro, eres especial, extraordinario, consigues que desee tu larga verga aunque me mate. -¿Tú me das las gracias? ¡Ohhh! Jesús. Lo voy hacer con amor, te quiero, deseo tenerte y penetrarte, estar calentito en tu interior. Temblé emocionado, mi amigo conseguía de mí que afloraran mis mejores sentimientos, lo que no había sentido desde hacía dos años, que dejara de ser malo y olvidara mis rencores hacia los hombres. Mientras me decía esas cosas tan bonitas no dejaba de besarme y lamerme las orejas, abracé su cabeza contra mi pecho acariciándole el pelo. -Cumple tu labor de macho, fóllame ya vida mía. ¿Cómo quieres cogerme? ¿Por atrás? -Me miró dudoso. -Quiero cabalgar sobre ti, montarte y tenerte dominado, me gustaría pero aún no confío y es mejor que sea como ayer. Sin más abrí las piernas y las recogí entregándole mi cuerpo. Apoyó la verga en la entrada de mi culo y éste se abría y cerraba queriendo tragarlo. Me miró pidiendo permiso y fue mi sonrisa la que le respondió. Ahora confiaba en él y no le retuve para nada, él se controlaba y empujaba con fuerza pero agarrándose la polla para que no entrara de golpe. Me relajé y yo también empujaba hacia él para no resbalar sobre la sábana, tuve un pequeño dolor que no supe si fue al vencer mi ...
... resistencia o era porque mi culito aun estaba resentido de la anterior cogida, puedo decir que resultó como una segunda desvirgada. Resultaba delicioso sentirle avanzar en su recorrido por mi recto, como lentamente iba llenándome con su virilidad esplendorosa, a empujones lentos para terminar de encajar el pene en mi cuerpo hasta sentir los pelos de sus testículos golpeando en la entrada de mi ano. Álvaro sudaba y le miraba como se formaban las gotas en su frente mordiéndose los labios y a veces cerrando los ojos, resultaba todo un espectáculo observar al semental realizar su labor para la que estaba dotado. A mi vez, aguantaba como buena hembra, disfrutando al ser penetrada por la polla del macho que la encantaba, sintiendo como me llenaba hasta temer que me reventara, pero estaba allí para que él me gozara y se sirviera de mi cuerpo para su placer que era el mío. -¿Estás bien? -Casi no se le oían las palabras por lo agitado de la respiración. -Estoy bien cariño, lleno de ti mi vida. –Sonreía satisfecho y descansó posado sobre mi pecho, besándome con suavidad, haciendo pequeños movimientos de giro que hacía que temblara y me derritiera. Lentamente comenzó a moverse, a bombear en mi culo su largo y riquísimo pene, notaba su dedicación e interés en no correrse muy pronto y como se detenía cuando estaba a punto de eyacular para alargar más la cogida, la cópula perfecta de dos seres que se acoplan. Resultaba todo un detalle su deseo de que fuera yo el que obtuviera mi orgasmo primero, él ...