Rompeme en pedazos 1
Fecha: 14/08/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: ViejitoMalo, Fuente: SexoSinTabues
... hacia el otro lado. -Mmm, papi… ¿Qué te pasó, perdiste la fuerza, o te la estás guardando? No terminé de preguntarte cuando un revés cayó sobre mi otra mejilla, y una seguidilla de durísimas cachetadas sacudieron mi cara, -¡Tomá, hijo de puta, tomá, tomá y tomá! -haciendo que mi cabeza se bamboleara con fuerza, de una lado a otro, entre mis gritos. -¡Ahhh!, perdoname... Gracias papi, ahora sí, hundila toda, dale. No me tengas piedad. Llevaste tus manos a mi cara y aproximando tu boca, volvieron tus apasionados besos. Y mientras me besabas me la metías, lenta pero inexorablemente, hasta hacer tope. -Ahora sí, te voy a romper el virgo, puto... ¡¡Sos mío!! -y diste un fuerte empujón, que hizo que el dolor me atravesara todo, mientras te enterrabas en las profundidades de mi concha, arrastrando con tu pija lo que había sido mi virginidad. -¡¡¡AAAGGGHHHH!!! ¡¡¡AAAHHH!!! Me estás matando, ¡¡Ayyy amor, Aayyy!!, me estás matando, te juro que me estás matando... Me la estás rompiendo toda... La tenés demasiado grande para el tamaño de mi conchita... ¡¡No entra toda, Roque, no entra, no entra...!! Pero no pares, no pares, por lo que más quieras... ¡¡Haceme tuya!! Metías y sacabas profundamente tu brutal verga entre los pliegues de mi concha, que a propósito habías hecho hacer angostita para que te sintiera bien (para que me doliera a lo loco, bah, para qué engañarnos) cuando me la rompieras, y me hicieras pegar esos gritos de energúmena, provocados por un dolor increíble, profundo, ...
... lacerante y divinamente hermoso que yo estaba conociendo por primera vez, mientras me hacías tu mujer. -¡Te voy a hacer mierda Adriana! -gritaba papá, mientras me enterraba esa bruta pija hasta el fondo de mi dolorida concha, en el medio de mis berridos, y la sacaba, dejando adentro sólo la cabeza -¡Te la voy a reventar por adentro, yegua, como te hice mierda el orto! -otro pijazo dentro de mis entrañas, mientras yo le pedía por favor que me rompiera toda, que me destrozara, que me matara en serio. -¡¿Querías acordarte de esto, puta?!... ¿Así que te gusta el dolor, forra?... ¡¡Te vas a acordar de esta cogida toda la semana, reputaza, y la próxima lo vas a pensar dos veces antes de pedir pija!! Hice silencio. Lo que vino, no se lo deseo al peor de mis enemigos, si no es capaz de entender lo que es entrega, sumisión, dolor y placer. -¡Hablá, puta! -Perdoname amor, perdoname por favor. -¿Perdonarte? Conchuda hija de re mil putas... ¡¡¡Esto es lo que vos te merecés, guacha de mierda!!! Me tomaste por la cadera con tus manos que parecían garras. -No, por favor... Me vas a mandar al hospital. Por toda respuesta, con una expresión diabólica en tu cara, me la enterraste con un brutal golpe, más allá del fondo de mi concha, rompiéndola toda a tu paso. Y mientras yo lanzaba inhumanos alaridos, casi desmayado por el dolor, seguiste cogiéndome con salvajismo, sin detenerte, haciendo que salpicara con mi sangre tu ingle y las sábanas. Estabas gozando. Y yo, allí, en la profundidad de mi ...