1. Rompeme en pedazos 1


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Incesto Autor: ViejitoMalo, Fuente: SexoSinTabues

    ... culo otra vez un rato largo en medio de mis placenteros quejidos, hasta que quisiste cambiar de hoyo. La sacaste de mi recto y otra vez en medio de mis alaridos, me la enterraste en la concha ensangrentada, y así seguimos... Unos minutos en la concha lastimada y hecha mierda y unos minutos en mi culo, que nunca alcanzaba a cerrarse ni un poco, mientras ya me dolía la garganta de tanto gritar. -Bueno hija de puta -dijiste, mientras me mataba a pijazos -Decime ahora de quién sos, yegua. -¡¡¡Soy tuya, Roque, soy tuyaaaa papá, soy tuya, tuyo, tuyo y de nadie más!!! -Comé entonces -dijiste, y sacando la verga de mi concha rota, me la acercaste a la boca. No hacía falta que me ordenaras que sacara la lengua, y que con ella diera toquecitos en tu glande, mientras acariciaba con mis manos toda la longitud de tu verga, buscando lo que te habías guardado... Con un grito de animal herido, acabaste a raudales... Chorros de tu exquisito semen incandescente. Lo que podía lo saboreaba y tragaba con deleite, y lo que no, iba directamente a mi ...
    ... cara, a mi cuello y a mis tetas, bañándome toda en semen. Te acostaste a mi lado en la cama, me besaste con amor, llenando tu boca de tu propio semen, que también tragaste. Entonces me abrazaste con fuerza, para que nuestros cuerpos compartieran el baño de semen. -Comeme, dale. Chupé cada centímetro de tu cuerpo, para comerme tu corrida, pero también para agasajarte, para decirte “te amo” con cada chupada y mientras eso te hacía, me acariciabas y preguntabas. -¿Qué se dice, yegua? -¡Gracias mi amor! ¿Podremos repetir en un ratito? -Venía para acá y besame, viciosa de mierda… ¡Flor!... ¡¡Dejá de espiar, y vení para acá, carajo!! Mamá, enteramente desnuda y sonriente, abrió la puerta del dormitorio. -¿Tienen hambre mis amorcitos? Mamá, ese pedazo de hembra de 40, que me había parido a mí a los 25, y a papi a los 13, se acomodaba entre nosotros, para darnos la teta a ambos, mientras acariciábamos su cuerpo… Seguramente algún día te contaré cómo empezó todo, pero antes que te vayas, te cuento un secreto: papá y mamá son hermanos. * * * * 
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