Confidencias 13 En la cama con Eduardo
Fecha: 16/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... esperanza cuando escuche los golpes de la noche anterior, salté en la cama tirando la ropa y me puse en cuclillas esperando, entró en la habitación y le recibí con una ancha y alegre sonrisa. Se acercó a la cama y me toco la cabeza. Me miraba desde arriba queriendo hablarme. -¿Puedo dormir en tu cama? Salté hacía un costado haciéndole sitio, se quitó el batín, venía otra vez desnudo y se tendió a mi lado. Le pidió a Tomás que dejara la bandeja con el vaso y sus pastillas sobre la mesita y que se retirara. -A veces creo que te obligo a hacer lo que no quieres. Se quedó un poco triste mirando al techo. Me incliné sobre su pecho y le besé el gordo pezón de su tetilla acariciando su vello entrecano. -Edu, cada momento que pasa me encuentro mejor a tu lado y te quiero un poco más. Se giró para mirarme, creí que iba a llorar. -¿Lo dices de verdad chiquillo? Como respuesta me tiré sobre su pecho y le besé en la boca metiendo la lengua en ella, me la chupaba goloso. -Eres un ángel pequeño, te adoro vida mía. Me quité a toda prisa la camiseta y el pantalón y me coloqué a horcajadas sobre su peludo vientre y me hacían cosquillas sus vellos en mi culito. -No sé de qué forma te quiero, pero lo siento dentro de mi Edu, estoy muy a gusto a tu lado y te quiero tan peludo y grande. Edu abrazaba mi cuerpecito pegándome al suyo sin dejar de besarme. Agarré su polla que estaba floja y la apreté en mi manita que a pesar de todo no podía contenerla. -También me gusta tu polla, es tan rica y me ...
... follas de maravilla. Comenzó a reír. -¡Chiquillo pillo y travieso!, déjame que tome mis pastillas y verás lo que es bueno dentro de unos minutos. -¿Por qué tomas esas medicinas? Se había metido las dos pastillas en la boca y las tragaba con el agua. -Soy algo mayor y las necesito para darte placer con mi verga, para que se ponga dura bebé y podértela meter en tu culito, como a ti te gusta que la tenga, bien dura, ¿verdad que sí? -Sí, me gusta cuando la tienes gorda y larga y bien dura, pero yo te la puedo poner así con la boca, déjame que pruebe. Me escurrí por su cuerpo dejando mi polla sobre su pecho y con mi cabeza sobre sus genitales. La verga comenzaba a reaccionar y fue suficiente que la pajeara y la lamiera con gula el glande jugoso y gordo para que creciera. Edu se comía toda la mía más pequeña y la sentía dentro de su boca hasta el fondo, en algún momento me lamía el anito. -¿Ves Edu? Yo te la puedo poner dura sin pastillas. Se sacó mi polla para reír sonoro y me puso contento su risa. -¡Eres un diablillo juguetón! Y continué mi labor de mamarle la polla, los huevos grandes, peludos y gordos, me cambié de posición para meter mi cuerpo entre sus piernas, se apoyó la espalda en el cabecero de la cama, y se abrió para acogerme. Me las ingenié para llegar con mi lengua a su ano y comencé a chuparlo. Eduardo gemía y le temblaban las piernas, su estupendo pene me gustaba y volvía a chuparlo con ganas, acariciándole los huevos y pasando la mano por su pecho y su pancita, era ...