ñ) Juan Carlos, su madre y yo
Fecha: 16/08/2019,
Categorías:
Gays
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... para él. No hizo falta que yo le preguntara para que María me dijera que ella y Alex lo conocían desde niños, Mikel solo había escuchado hablar de él. A todo esto había llegado mi turno y tuve que atender lo que el funcionario me pedía, documentación y los impresos de solicitud rellenados, a Mikel y a ella los atendía una chica, terminé y me acerque al otro lado del mostrador donde ellos estaban. -Bueno, tengo que marchar nos veremos otro día. -María no quería que me fuera, deseaba seguir hablando, justo lo que no estaba dispuesto a hacer, no en ese momento tan confuso. Como pude conseguí despedirme y me dirigí a la puerta de salida, sentía pasos detrás de mí y Alex me sujetó por el hombro. Intuía que esto me traería problemas que no eran míos. -¡Por favor Alonso! -aquello no me parecía justo, eran sus asuntos…, los que fuera que tuvieran y que no quería conocer, y menos que me implicaran. -No, yo apenas conozco a Davy, no se nada de vosotros. -Solo quiero que me escuches, presiento que tienes influencia en Davy, él no da su confianza a cualquiera. -De verdad, yo no se nada, déjame marchar. -De cuerdo, solo queremos hablar con él. -era suficiente, adivinaba que en sus vidas pasadas habían ocurrido sucesos graves, pero a mí no me incumbía, no lo quería saber. Y escapé, huí antes de que alguien desconocido torciera mi vida ahora encauzada y más o menos segura. Aún no había olvidado mi encuentro con María y su hermano, elaboraba muchas teorías sobre lo que pudo haber pasado ...
... entre Alex y Davy y seguro que ninguna sería correcta, no entendía que dijera, en plural, que querían hablar con Davy. Tenía que pensar en mi actuación y prestar atención a las órdenes que Guillermo impartía, borré de la cabeza cualquier otra cosa que no fuera mi trabajo. Aquella vez con J.C. no fue premeditado como en anteriores ocasiones, habíamos comido la meriendo que nos preparó su madre, y luego fuimos a su habitación para jugar a las cartas y pasar el rato hasta que saliéramos a reunirnos con los amigos. Estábamos tumbados en su cama y nos cansamos muy pronto del juego, encendió la televisión que tenía en su cuarto y estaban en la mitad de Romeo y Julieta de Leonardo DiCaprio, siempre me ha gustado este actor, creo que en aquella época estaba perdidamente enamorado de él. Era mi ideal de hombre en aquellos años, donde soñaba con encontrar al amor de mi vida, idealizado en la persona del joven y atractivo actor y en esa película resultaba un estimulante sexual. Sin darme cuenta estaba arrimándome a J.C. que pasó el brazo debajo de mi cuelo y empezó a besarme, le apartaba para no perder un solo detalle de lo que sucedía en la pantalla, me gustaban sus besos y deseaba las dos cosas, ver a Leonardo y pensar que los besos venían de él. Mi amigo se excitó muy pronto y de costado se frotaba en mi muslo consiguiendo que su polla despertara rápidamente, con nuestra juventud y reciente descubrimiento del placer en el sexo homosexual, estábamos siempre dispuestos a satisfacernos ...