1. me voy a follar a tu mujer


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Voyerismo Autor: trikitrake, Fuente: xHamster

    ... morbosamente.¡No podía ser verdad lo que se avecinaba! Aquello era la leche. Mi modosita y pasiva esposa se disponía a prestar sus atenciones femeninas a ese individuo al que apenas conocía. ¿Sería capaz de tocarle la polla, o peor aún, de chupársela? Tuve un escalofrío y un fuerte cosquilleo en el estómago, pero eso no hizo que mi empinado sexo se durmiera.Claudia le plantó un buen beso en los morros y luego fue ella la que se dedicó a explorar con manos y boca el atractivo amante. Mientras le besaba el cuello y hombros, sus manos se deslizaban arriba y abajo por la parte superior del cuerpo masculino, evitando, de momento, alcanzar la desafiante espada que esperaba ansiosa las merecidas caricias. Luis echó aún más atrás su cuerpo y se sujetó a la tumbona esperando ansioso lo que yo esperaba desesperadamente que no sucediera. Pero sucedió. Los besos bajaron a los pectorales y Claudia puso una de sus manos en la polla, arrancando el primer gran suspiro de Luis. Luego le besó y mordisqueó con dedicación las tetillas, mientras sus dos manos acariciaban sin pudor la imponente verga y las pelotas, provocándole más y más suspiros.- Que grande tienes la polla - dijo ella en voz baja, interrumpiendo brevemente sus besos – Me encanta tocártela, sentir sus venas, su piel suave - ¡Ahh!, voy a disfrutar mucho cuando me la metas.Estas palabras calentaron aún más a Luis, que no pudo evitar poner una de sus manos en la cabeza de mi esposa, incitándola a bajar, ansiando conseguir llevar ...
    ... esa deliciosa boca a su polla. Claudia se dejó guiar y cuando tuvo la verga de Luis ante ella, se entretuvo un buen rato en besarla, recorriendo por el tronco y por los huevos, descubriendo en sus labios y lengua las sensaciones de una polla grande, erecta y por momento palpitante, pero sin rozar para nada el húmedo glande. Luis quería obviamente más:- Vamos Claudia, ¿a qué esperas? - resopló ansiosamente - Métetela ya en la boca. Vamos, que me vas a matar de gusto.- ¡No! - contesto ella con energía, dándome una pequeña alegría.- ¿Cómo que no? Vamos, mujer. Yo te lo he hecho a ti - suspiraba él impaciente.- ¡De chuparla ni hablar! - insistió Claudia - Lo que quiero es follar – añadió, dándole un pequeño y único besito en el capullo y echándose para atrás, colocándose para ser penetrada.Resignado, él obedeció. Tal vez se perdía un manjar, pero el coño de mi esposa, totalmente abierto y listo para él, superaba cualquier otra cosa. Ahora sí que se iba a cumplir la promesa del tipejo ese. Se iba a follar a mi mujer, se la iba a meter, y yo ahí, mirando excitado como un cornudo gilipollas, aunque con la pequeña satisfacción de saber que al menos no iba a conseguir que se la chupara.Luis no perdió el tiempo, de inmediato se echó sobre ella, con su herramienta bien dispuesta, buscando la puerta de entrada al excitante agujero del coño de mi esposa. No le fue difícil encontrarlo, pues bastó un pequeño empujoncito para que la humedad de su coño la deslizara sin problemas al deseado ...
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