MIS TRABAJADORES
Fecha: 23/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: J2939, Fuente: SexoSinTabues
... animándome sin parar a que comiera de ella. Se la chupaba a todos, pero sistemáticamente volvía una y otra vez a la gordísima polla de Liam, mi hombre de confianza Zayn. Quizás por eso y por ser el capataz del grupo, el hombre de poder y de respeto entre los demás, era por el que más fuertemente atraído me sentía, porque destilaba más masculinidad que ningún otro, a pesar de la pose chulesca de Niall. -Liam, ¡Tú polla es una delicia! –comenté, y él me acarició con su mano grande el pelo, y tiró de mi cabeza para que se la chupara a Zayn. -Cómesela al chico, vamos, que también tiene un gran palo –comentó con el cierto deje paternal que siempre mostraba hacia los dos chavales jovencitos del grupo: Zayn y Niall. Liam me obligó a que se la chupara primero a uno y luego al otro. -Así, dale polla –dijo el maduro, contento, viendo como los chicos me daban pero a base de bien. Y un vez más volví a él, tragándomela esta vez hasta lo más hondo de la garganta, lo que provocó que gimiera como una puta marica del gusto que le daba ver que mi tráquea engullía su trozo de carne morena. Después me la saqué de golpe y empecé a chupársela al guapo de Niall también hundiéndomela hasta lo más hondo. Continué de rodillas, chupando pollas quince minutos más, hasta que con las piernas ya entumecidas decidí levantarme. Me deshice del bóxer y mi polla quedó fuera, enhiesta, grande, con sus 17 cm de longitud arqueados hacia abajo, con mi capullote rosa y redondeado. De pronto Niall volvió a empujarme ...
... hacia abajo y volví a caer de rodillas en el suelo, en donde comencé de nuevo a mamarles más y más a todos sin llegar nunca a saciarme. Podría estar fácilmente comiendo rabo durante horas y horas. Eran unos pollones tan gordos y los cuatro tenían unas pelotas tan grandes que yo estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que me pidieran. Al cabo de un rato me descubrí a cuatro patas y, mientras que alguno seguía dándome de chupar palo, el resto, todos a la vez, jugueteaban con sus dedos en mi apretado ano. Me separaban las nalgas, me daban hostias en ellas dejándomelas bien rojas e introducían varios dedos dentro de mi agujero, robándome gemidos de auténtica puta. Los escupitajos no se hicieron esperar y comenzaron a lubricarme. Liam me separaba los cachetes del culo y Zayn se encargaba de hacerme un rico dedo en el ojete. Luego se intercambiaron los papeles durante unos momentos. Y yo me dilataba más y más, gimiendo cada vez más alto. Louis y Niall también participaban en esa violación dactilar, introduciendo aquellos dedos en mi ardoroso esfínter sin miramientos, violentamente, arrancándome jadeos de dolor, molestia y un amortiguado placer. Pero yo meneaba mi culo arriba y abajo, como señal de que no pararan de abrirme bien el agujero, preparándome para sus rabotes blancos y morenos. Era imposible no perder la noción del tiempo cuando estabas disfrutando tantísimo, pero ciertamente aquellos machos llevaban dándome de comer de sus pollones cuarenta minutos, mientras el cielo se ...