MIS TRABAJADORES
Fecha: 23/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: J2939, Fuente: SexoSinTabues
... se estaba corriendo cuando me introdujo su rabote, terminando de expulsar su bulliciosa corrida en mi cuerpo. Seguían sujetándome en el aire, en volandas, luchando contra la gravedad. De ahí que cuando el más jovencito se salió, una catarata de esperma se precipitara desde mi ojete maltrecho hasta el suelo. Entonces miré a Liam. Él era el último. El semental iba a cerrar el círculo. -¿Estás preparado? –me preguntó, ante lo que yo simplemente asentí. Sin dilaciones, se zambulló en aquella amalgama láctea compuesta por las tres profusas y cuantiosas eyaculaciones de sus compañeros de equipo. Su polla arrastró consigo la densa masa viscosa hacia el interior de mi cuerpo conforme me penetraba hasta que sus gordísimas bolas de carne chocaron ruidosas contra mis nalgas. Clavado así, estático, me miró fijamente y entonces noté el pequeño rebote que daba su verga en mi interior. Se corría. Liam, el macho por excelencia, iba a terminar por inundar mi culo, que apenas lograba contener tal enema de esperma. De pronto comenzó a bufar, a gruñir, a chillar, y sentí aquel terremoto. Sentí como se abrían las compuertas de sus testículos y como el macho se vaciaba completamente dentro de mí ...
... en lo que bien pudieron ser seis chorros de cuajada blanquecina. Le agarré por las caderas para que estuviera lo más adentro posible y Niall por su parte le agarró los cojones para apretujárselos en un gesto simbólico de exprimírselos, con lo que éste se sorprendió al sentir que estaban duros como piedras. Pero no los soltó y siguió manoseándolos, disfrutando del tacto de los huevotes de su colega. Quizás no tuviera una nueva oportunidad de tocar los cojonazos de un macho como Liam, y en ese momento Niall sintió un lascivo morbo en su interior. Yo tenía los ojos cerrados y me temblaba el cuerpo. No sabía muy bien en qué momento Liam se salió de mí. Me dejaron reposar en el suelo y me quedé tendido allí, sintiendo el sudor cubriendo mi cuerpo y el frescor de la recién llegada noche a mi alrededor. Escuché felicitaciones y risotadas despreocupadas y alegres. Después, al abrir los ojos, estaba todo oscuro y llegaban voces desde el interior de la casa. De mi culo manaba una caliente fuente de esperma. Me llevé la mano allí, recogí un poco entre los dedos y me los metí en la boca, degustando el salado y exquisito sabor de la leche. La lefada de los que habían sido mis trabajadores…