Mi abuela Sara 3ª Parte
Fecha: 26/08/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... pensó que iba yo a ver a mi abuela y que cuando viese que no estaba me marcharía, pero estaba asustada por si coincidía yo con mi amigo el portero del equipo. Ella escuchó como entraba yo en la casa y se percató de que subía las escaleras. Me dirigí a un cuarto junto al dormitorio y allí me desnudé por completo. Mi madre rápidamente se dio cuenta de que iba a ser yo, su propio hijo, quien iba a meterse en la cama con ella y no se explicaba lo que estaba pasando. Ella no podía descubrirse pues ello significaría dar a conocer a su hijo que ella , su madre, se había prestado a follar con un desconocido, ya que ella naturalmente no sabía que su hijo sí que sabía que la mujer que yacía en la cama esperándole para follar era su propia madre. Así que sólo tenía una opción la de follar cómo si no supiese con quién iba a joder. Ahora se arrepentía de haber mirado por la ventana, pues si no lo hubiese hecho no estaría ahora en la situación en que se encontraba, que no era otra que la que tener que follar con su propio hijo. Pero las ganas de follar que tenía eran tan grandes que se dijo así misma, bueno, pues si tiene que ser mi hijo quien me dé placer que me lo dé, incluso de repente se dio cuenta de que ello le producía un morbo especial y se dispuso a disfrutar del placer de joder, de ese placer del que no disfrutaba hacía mucho tiempo. Entré en el cuarto, que estaba a oscuras y dejé la puerta no totalmente cerrada para que entrase un mínimo de luz que me permitiese ver dónde ...
... estaba la cama pero insuficiente como para ver la cara de la mujer que en ella estaba. Allí estábamos los dos dispuestos a gozar del sexo incestuoso sin saber que el otro sabia quien era cada cual, pues mi madre sabía que iba a follar con su hijo, pero no sabía que yo sabía quién era ella, y yo sabía que ella era mi madre pero en ese momento no sabía yo que ella me había visto por la ventana y por lo tanto yo no sabía que ella sabía quién era él que estaba con ella en la cama. Sin mediar palabra, tal como habíamos acordado con mi abuela, empecé a acariciar el cuerpo de mi madre, sus tetas, su culo, su entrepierna y ella llevó su mano hasta mi verga, se ve que tenía muchas ganas de volver a sentir una polla erecta y dura. Rápidamente se puso encima de mí y embocó mi verga hacía su mojadisimo chocho . Ella dirigía la jodienda y a mí me encantaba que mi madre me estuviese follando, pues lo hacía como una auténtica maestra en el arte del bien follar; si con mi abuela lo había pasado bien ,ahora era aún mucho mejor, la carne de mi madre era más tersa, su chocho mucho más húmedo, su ímpetu sexual mayor . Si mi abuela tenía ganas de follar. mi madre tenía muchas más y se notaba, me estaba devorando, su boca me mordisqueaba por todo mi cuerpo. Yo quería hacer algo, pero era ella la que llevaba totalmente la iniciativa. No hablaba , pero jadeaba como una perra en celo y emitía gritos de placer. Después de unos diez minutos de sexo frenético ambos nos corrimos prácticamente al vez. Pero mi ...