Mi abuela Sara 3ª Parte
Fecha: 26/08/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... polla seguía dura, mi madre se percató de ello y volvió a la carga. Esta vez fui yo un poco más activo. Le di uno de mis dedos a chupar, luego lo saqué de su boca y con ese dedo humedecido con su saliva empecé a hurgar con delicadeza en su ano, por los jadeos que daba parecía gustarle y no tardó en tener su segundo orgasmo. Luego me hizo girar en la cama quedando yo encima de ella, me metió un dedo en mi boca y lo sacó para hacerme a mí lo que yo le había hecho a ella. Una vez introducido el dedo en mi ano, empezó a estimular la próstata, lo cual me produjo un orgasmo fabuloso, después del cual mi polla quedó en flacidez y bastante más pequeña que en el estado de erección. Ella empezó a juguetear con sus manos tocándome la polla flácida, lo cual también parecía gustarle, pero ahora su disfrute era como sereno y relajado, tan relajado como el pene que tocaba para su deleite. Yo en cambio hubiese preferido tenerlo duro y grande, pero el hecho de que siguiese ella jugando con el pene en estado de flacidez en cierto modo también me gustaba. Por fin me dispuse a realizar el plan que había tramado. En ese momento yo no sabía que ella sabía que estaba follando con su hijo y mi plan consistía en revelarle sutilmente quien era yo sin que ella sospechase que yo sabía quién era ella. Así que me dispuse a romper la promesa de no hablar, con el propósito de que ella al reconocer mi voz supiese quien era yo. Empezaría por tratarla de usted y con mucho respeto para dejar bien claro que yo ...
... no sabía nada acerca de quién era ella. Le dije, señora, ha sido maravilloso, pero debo confesarle una cosa, yo he venido aquí en el lugar de un amigo mío que es el que usted esperaba, pero que me pidió por favor que viniese yo pues a él le era totalmente imposible venir. Mi amigo me comentó lo que tenía que hacer, yo al principio me negué, pues me daba miedo, ya que no había estado nunca íntimamente en la cama con una mujer, pero a la vez y precisamente por no haber estado nunca con ninguna, tenía también las ganas de hacerlo, y al final yo accedí a hacer lo que mi amigo me pidió y estoy muy contento de haber aceptado, pues ha sido maravilloso. Señora, es usted estupenda y me gustaría volver a estar otras muchas veces con usted para follar y gozar de usted y usted de mí. Ella no decía nada, cumplía su promesa de no hablar, pero ahora yo sí que sabía que ya sabía quién era yo y por eso seguí con mi plan. Le había hecho creer que mi presencia allí era accidental, algo no previsto que el destino había hecho que sucediese así. Ahora ella estaría pensando en la llamada de Carlos el portero y creería que en esa llamada él me había pedido que lo sustituyese. Entonces le dije: Mi amigo me explicó que no podría verle la cara, pero le ruego que me deje usted verla, quiero ver la cara de la mujer con la que acabó de follar. No tema, nunca revelaré a nadie su identidad, se lo juro por lo que más quiero en este mundo que es mi madre, nunca rompería un juramento que yo haya hecho por mi ...