Trío de dos
Fecha: 30/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Intercambios
Autor: Leslie, Fuente: CuentoRelatos
... Leslie y yo. Aclarado ese punto nos dispusimos a iniciar el protocolo de salida de la mina. Ya afuera tomamos un taxi, los tres nos sentamos en el asiento trasero, con Leslie ubicándose en medio, Miguel a su derecha y yo a la izquierda. Yo sujetaba a Leslie por la cintura con mi brazo derecho y tenía mi mano izquierda en su rodilla. El hotel se encontraba a pocos kilómetros del bar, por lo que el viaje fue corto pero divertido, haciendo bromas, de la forma en que Miguel se había salido del bar antes de terminar su turno. -"Seguro se quedaron varios tipos esperando sus tragos." -sugirió Leslie. -"Lo bueno fue, que les cobre por adelantado." -respondió Miguel con una fuerte carcajada. Yo tenían que hacer todo lo posible por mantener el morbo al máximo hasta llegar al hotel, no podía dejar que bajará. -"Mañana les dice que una cliente te pidió un Orgasmo para llevar" -comente aludiendo a Leslie y al cóctel con ese nombre- "y el cliente siempre tiene la razón." -agregué rematando el asunto. Los tres estallamos con tan fuerte carcajada que el chófer se distrajo por unos pocos segundos para espiarnos por el retrovisor. Miguel ya más desinhibido paso su brazo izquierdo por detrás de la espalda de Leslie y coloco su mano derecha en su rodilla imitando mis movimientos como espejo. Al ver eso, comencé acariciar la parte interna del muslo de Leslie, y espere a que Miguel lo imitará. Sin dudarlo Miguel también comenzó a acariciar el muslo de Leslie, con la complacencia de ella. Decidí ...
... calentar más el momento, he introduje mi mano izquierda por el costado de la blusa de Leslie para masajear su seno izquierdo. Miguel aceptó el reto e hizo lo mismo con el seno derecho de ella; mientras Leslie sonriente se dejaba hacer con placer todo lo que nosotros quisiéramos. La ambiente no podía estar más caliente. Nos miramos a los ojos y estallamos de nuevo en otra carcajada que volvió a sorprender al chófer que no dejaba de espiarnos por el retrovisor. Para su mala suerte ya habíamos llegado a nuestro hotel, así que se iba a perder el espectáculo. Ya en nuestra habitación Leslie asumió su papel con gusto. Sabía muy bien a que había ido Miguel y se iba asegurar de que se fuera satisfecho. Se quitó las zapatillas, puso algo de música y comenzó a bailar muy sugestivamente contoneándose en medio de la habitación, mientras yo sacaba unas cervezas del frigobar. Le ofrecí una cerveza a Miguel, quién observaba a Leslie embelesado por su baile, a tal grado que olvido agradecer la bebida. Miguel se sentó en el sofá mientras daba un trago a su cerveza sin quitar la vista de Leslie. Yo me senté en el brazo del pequeño sillón para disfrutar mejor la escena que estaba a punto de ocurrir. Leslie comenzó a desnudarse, muy lentamente sin perder el ritmo de su baile. Deshizo el nudo que sujetaba la blusa tras su cuello para dejar caer los tirantes que cubrían sus hermosos senos, dejándolos al aire para deleite de nuestro invitado. Leslie terminó de quitarse la blusa por encima de su ...