Papá y mis hermanas el mejor porno en vivo y en directo - Relatos Eróticos

Papá y mis hermanas el mejor porno en vivo y en directo

... clítoris. Si – dijo mi hermana con acento entrecortado. ¿Quieres sacarme la leche? ¿Quieres lechita bebe? Otra vez aquel si apagado. Otra vez aquel si casi inaudible por la respiración y aquel sonido gutural más parecido a un quejido de placer. 
Nuestro padre pareció saber que era el momento, apartando su mano de Isabel se tiró de espaldas dejando a la vista aquel falo para deleite propio y de sus jóvenes mujercitas. Tanto Lily cómo Isabel entendieron la indirecta y una cada lado se acercó hasta quedar frente a aquel monumento de placer. Fue Lily quien más osada tomo aquel pene en su pequeña mano y como buena hermana se lo ofreció a Isabel para que lo chupara. 
Con cierta timidez la nobel principiante de sexo acerco su pequeña boca hasta hacer contacto con el glande, saboreo un poco y luego con más confianza su lengua empezó a lamer los restos de líquidos que por la dureza del miembro de nuestro padre deberían ser de Lily. Los chupo sin pudor alguno, dejando claro que no era la primera vez que hacía aquello. Papá debió agradecer en secreto aquellas clases privadas de sexo que había recibido conmigo y con mi hermano. Isabel era una hábil mamadora de verga y hoy se lo estaba demostrando al progenitor de nuestra incestuosa familia. El cuerpo flaco de papá se lo agradecía. Había abierto sus piernas dando lugar a que ella se metiera en medio. Con los ojos cerrados recibía el mejor sexo que un padre puede imaginar. Con los ojos cerrados y las manos sobre la cabeza de Isabel se ...

... había entregado al placer. Yo una vez más me masturbaba. 
Lo escuché pedirle a Isabel que se subiera sobre él ¿Iba a penetrarla?. Quizás la pregunta nos la hicimos todos. Lily y yo nos quedamos expectantes, quizá hasta la misma Isabel pensará lo mismo. A horcadas sobre el  la sentó sobre su grueso pene, la rajita le era insuficiente para cubrir aquella extensión de 20 y tantos centímetros. Sácame la leche bebe – le dijo – y como si aquello se tratara de una urgencia el mismo la ayudó a que se moviera de adelante hacia atrás. Isabel literalmente se estaba deslizando sobre una verga, aquel movimiento hacia que su raja todo el tiempo estuviera llena con aquel pene grueso como tubo de desodorante, no la tenía adentro pero la haría sentir carne en su parte más sensible. El dedo índice que antes había acariciado su clítoris era una caricatura con lo que ahora tenía entre sus labios vaginales. Bastaron segundos para que el gozo se reflejara en el rostro de papá, Isabel por el contrario era una mezcla de dudas. Quizá era hoy cuando por primera vez le sentía el placer al sexo. 
Fue cuestión de tiempo, minutos para que aquella escena de sexo llegará a su final. Isabel con su raja al parecer había sido capaz de bajar la resistencia de papá quién ya daba muestras de estar al borde del clima sexual. Nuestra hermanita sobre él no era ajena al placer, a sus 11 y por la expresión de su rostro estaba viviendo su primer gran orgasmo y que mejor que sobre los 20 y tantos centímetros de polla de ...