1. EL VIEJO QUE MÁS ODIABA ME COGIO


    Fecha: 30/05/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Alex, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... seguía besando mis labios, mordía suavemente  mi labio inferior, lamía mi cuello, apretaba mi pezón derecho yy con la otra mano me estaba masturbado.
    Eres divino dijo, siempre sonriendo. Rápidamente se despojó de su ropa y en cuestión de segundos estaba desnudo encima de mí, me besaba, me acariciaba, me estrujaba, me puso de lado y comenzó a apretar, acariciar y sobar mis nalgas, que rico decía, eres lo más lindo que he visto en mi vida, yo también sentía rico.
    Yo no hacía nada para parar, me estaba gustando lo que me hacía.
    Fue bajando lentamente por mi pecho, comenzó a besar, succionar y mordisquear mi pezón derecho y con la otra mano apretaba y sobaba mi pezón izquierdo. Yo tenía la piel erizada, sentía rica la mamada de tetas que me estaba dando, bajó a mi abdomen plano, llegó a mi ombligo, lo besó, lo succionó, siguió bajando hasta mi pene, se lo introdujo en la boca y comenzó a chuparlo y apretarlo con sus labios.  con  una la mano acariciaba mis pequeños testículos y con la otra acariciaba mis pierna, me estaba gustando.
    Agarró mis piernas, las dobló hacia mi pecho, lo cual expuso mi anito, que estaba pidiendo ser acariciado y penetrado. Comenzó a besarlo, daba lengüetazos y punzaba mi hoyito, yo estaba en la Gloria. Ahí estuvo besando y succionando la entrada de mi culito, mordisqueando mis nalgas y con un dedo punteaba la entrada de mi culito. Así estuvo varios minutos, yo estaba loco de placer, no pensaba que ese hombre que me estaba acariciando y besando mi ...
    ... culito era el hombre que más odiaba, solo quería que siguiera. 
    
    Puso mis piernas en sus hombros, te la voy a meter dijo. Yo solo me dejaba llevar, no era capaz de resistir, apuntó su pene en el centro de mi hoyito y comenzó a empujar, de repente sentí como que algo se reventó, la cabeza de su pene perforó mi esfínter, sentí un dolor desgarrador, ay, ay, dije me duele, no por favor, pare, pare, no hizo caso y siguió empujando. Sentí como las paredes de mi recto se iban dilatando conforme su pene invadía mi interior. Me duele, me duele, pare, pare. Agarré mi mano derecha y la llevé hasta mi ano y pude confirmar que ya me la había metido toda. Empezó un mete y saca lento. Sacaba su pene casi hasta afuera lo volvía a meter hasta el fondo de un solo golpe, con mucha fuerza, casi como que si me quería hacer daño,  Con cada embestida, mi esfínter y las paredes de mi recto se distendían causando una sensación de mucho dolor, sentía que la punta de su pene topaba en el fondo de mi culito yo sentí un gran dolor en mi recto que  llegaba hasta mi ombligo pero era un dolor muy rico.
    Yo estaba llorando, me dolía inmensamente, sentía mucho ardor, dolor, y la sensación de que me estaba partiendo en dos, las lágrimas corrían por mis mejías, él seguía en su faena, estaba como loco, sus embestidas eran cada vez más bestiales. Ohhh! ¡ooohhh! ¡ohhh! gemía a cada impulso que daba a su pelvis, enterrándome aquella polla en lo más profundo de mi interior, rozándome y masajeando la próstata. Eres ...
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