Dario, el de Rugby 2 - Relatos Eróticos

Dario, el de Rugby 2

... cubierta de mi saliba, me la cambié de mano, y como si estuviera en medio de un espectáculo para su entretenimiento, me lo empezé a frotar contra el ano. Gemi y me quejé, pero parecía ponerle tanto que yo no podía parar. Entonces me dijo, "mientras lo haces, comeme la polla, que también te la voy a meter". 

Lo hize, una mano en mi polla, la otra agarrando el dildoe y metiéndomelo y los labios alrededor de la base de su polla. Volvió a agarrarme la cabeza. Con dos manos está vez. Esta vez aguanté, pero el no se controló. El hablaba mientras yo gemía. "A partir de ahora me llamarás amo. Porque claramente ahora eres mi pertenencia. Literalmente harás lo que te pida. Es que eres tan cerda. Me encanta tío"... El hacia ruidos graves mientras yo Le daba a su polla. Eran gemidos graves, casi como un animal grande. 

Finalmente sacó su órgano de mi boca, "veo que ya te lo has metido hasta el fondo eh". Yo no me había dado cuenta pero era cierto. Me dió la vuelta y me lo sacó, casi haciéndome gritar de placer. Pero pronto me di cuenta de que ese dildoe no se comparaba con su enorme polla. Me tenía a cuatro patas y gritando mientras lo introducía. Lo noté abrirme por dentro, poco a poco. Parece que no me quería hacer demasiado daño. "si amo" gemí, acabando la palabra con voz aguda ...

... como una tía en una peli porno. 

Finalmente, me la metió entera, era demasiado grande y la notaba palpitar en mi interior. Me agarró de los pectorales y me masajeó los pezones. Pero en realidad se estaba agarrando de mis pectorales. Me embistió como una bestia, y yo chillaba su nombre. Me agarró del pelo y se acercó a mi oído, mordiendome la oreja mientras gruñia como un oso. Duró muchísimo, más de media hora, y cuando acabó, paró en seco. 

Lentamente sacó su polla de mi culo, que ahora goteaba con su corrida. Yo seguía diciendo "Si, Dario, amo". Mientras me la frotaba y me babea a la boca. Finalmente me corrí y caí rendido en la cama, encima de mi propia corrida. En ese instante, oí un flash de una cámara. Me había sacado una foto de mi culo goteando semen. 

"Pedazo foto tío... Bueno, ya sabía que te gustaría tío" . Paró, y se la volvió a agarrar. Como era posible que aún estuviera cachondo? No lo entendía. Pero si el quería que le sirviese, lo haría, de cualquier manera. "Aún no la vuelvo a tener dura del todo". Pausó. "Organiza un poco mi habitación hasta que la vuelva a tener igual de dura. Y mientras lo haces ten esto en la boca". No me lo podía creer. Me paso el dildo que acababa de estar en mi ano. Y lo peor de todo, es que hize lo me que me dijo.