1. LAS BRAGAS DE MI CUÑADA


    Fecha: 11/06/2019, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Love areolas, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    LAS BRAGAS DE MI CUÑADA
    	
    Aquella mañana me había levantado totalmente empalmado con solo pensar que me encontraba a solas en casa con Carmen, la capulla de la hermana de mi novia, no nos caíamos nada bien el uno al otro; pero eso no quitaba que la muy cabrona me pusiera a mil. 
    	Sus tetas eran una maravilla, grandes y preciosas, puestas como debe ser, naturales y turgentes, algo caídas por el tamaño, con unos buenos pezones y unas enormes areolas, evidentemente yo nunca se las había visto (por desgracia) pero si había estado delante de mí en bikini en numerosas ocasiones, lo cual me había brindado la oportunidad de observar perfectamente aquellas dos preciosodades, la boca se me hacia agua y debía prestar atención para que ni su hermana ni Carmen me pillaran ensimismado en sus tetazas. Estas tetas iban además acompañadas de uno de los mejores culos que yo haya visto en mi vida, duro, firme, respingón y bien puesto en su sitio, acomodado sobre dos piernas de ensueño, vamos, que cada vez que tenía la ocasión de verla andar delante de mí no me perdía detalle, con aquellos pantalones vaqueros ceñidos y ajustados, marcando esas perfectas curvas....  se podía decir que me la follaba con la mirada.
    	En fin, mi cuñada estaba pero que de muy buen ver y yo me pajeaba por ella un montón, siempre dije que hubiera cambiado cien de los polvos de la sosa de su hermana por uno solo con aquella maravilla que era la zorra de mi cuñada Carmen; pero claro aquello solo era un sueño, no nos ...
    ... tragábamos el uno al otro, su carácter era más que insoportable y me conformaba con pajearme a su costa, además.... no dejaba de ser la hermana de mi novia.
    	 Bueno, como empecé diciendo, me levanté totalmente empalmado solo con pensar que Carmen y yo estábamos solos ya que mi novia se había ido a trabajar y yo estaba pasando unos días en su casa (la cual compartían). En primer lugar pensé en hacerme una paja por ella antes de levantarme, pero luego me di cuenta de que me perdería uno de esos espectáculos que suele brindar Carmen por las mañanas y no quería perdérmelo. Carmen acostumbraba a andar por casa nada más levantarse con una camisetita fina (que utilizará para dormir) y en bragas. En muchas ocasiones ya había tenido la suerte de verle las bragas, dado que las camisetitas que utiliza no son muy largas y al hacer cualquier tipo de gesto a la menor se le ven, además de marcar de manera bastante clara en su camisetita esas tetazas que tiene la cabrona. En una ocasión encontrándonos los dos tomando el desayuno en la cocina entró mi novia y al verla de esas maneras le dijo con asombro:
    _ ¡Pero Carmen...! (denotando que iba muy ligerita)
    Carmen hizo un gesto de indiferencia como que le daba igual y terminó de desayunar sin ninguna prisa y charlando desenfadadamente como si nada. Al que no le daba igual era a mí, no me pude levantar de la mesa hasta bien pasado un rato que Carmen se fue porque estuve  totalmente empalmado y a mí si que se me notaba que se me había puesto ...
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