LAS BRAGAS DE MI CUÑADA
Fecha: 11/06/2019,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Love areolas, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... espiarme y quedarse mirando durante un buen rato hasta que me corrí; bueno también ella tenía algo que callar.
Durante la comida charlamos los tres y mientras mi novia contaba animadamente como le había ido el día en el trabajo Carmen me dirigió su mirada en varias ocasiones con una sonrisita picarona que hacía que yo bajara mi mirada en señal de resignación y casi de sumisión. Al menos no hizo ningún comentario sarcástico, ni de mis vistazos descarados a su sujetador ni (por cierto) a lo de mi empalmada de por la mañana cuando desayunábamos.
Después de comer nos tumbamos un poco en el sofá para una siestecita y vimos la tele un rato. Luego mi novia y yo nos fuimos a dar un paseo mientras Carmen se quedó en casa haciendo algo con el ordenador. Durante el largo paseo que dimos charlamos de varias cosas y casi al final me dijo que tenía que hablar con su hermana acerca de como andaba por casa, que aunque casi fuéramos medio familia no era plan de ir como iba. Lo cierto es que a mi me ponía mil que fuera de esas maneras y pensé para mí "Ay, si supieras como iba esta mañana la muy zorra... "
_ ¿No te has fijado antes que llevaba un sujetador rojo para andar por casa…?
_ Pues no, no lo he visto (comenté como si nada).
_ Pues hombre, si llegas a casa y te pones cómoda, te quitas ese sujetador, y más si te vas a poner una camisetita blanca de tirantes
¡Joder! (me dije), si tú supieras que lo que ha hecho en realidad ha sido ponérselo al llegar a casa...
_ Si, la verdad ...
... es que una cosa es ir cómodo y otra..., aunque la verdad yo no me he dado cuenta (dije de nuevo mintiendo como un bellaco)
Sobre las nueve de la tarde-noche llegamos a casa, Carmen veía la tele sentada en un sillón, se había puesto un pantaloncito corto de dormir y una chaquetita por arriba que ahora si tapaba lo que pudiera llevar debajo en la parte superior, aunque estaba en piernas, esta vez no se le veía lo más mínimo, su hermana estaría contenta esta vez, aunque a mi gustaba más cuando enseñaba sus encantos (que por cierto eran muy notables), pero esta vez casi prefiero como iba ahora porque después del transcurrir del día sería mejor que no se me escaparan mas miradas descaradas a la cabrona de mi cuñadita.
Cenamos algo y después nos pusimos a ver la tele. En frente de la tele había un sillón de dos brazos que ocupó Carmen y en un lateral un sofá donde nos colocamos mi novia y yo, ella más cerca de su hermana y yo más próximo a la tele. Ya era de noche, nos pusimos a ver una peli que había de suspense. Al cabo de un rato volví la mirada hacia ellas para comentar algo sobre la película y mientras lo hacia... ¡Madre mía!, la muy cabrona de Carmen levantó en ese momento la pierna y colocó un pie sobre el sillón de manera que el pantaloncito que llevaba se abrió más de la cuenta y.... ¡Hija de p....,!, ¡llevaba puestas las bragas rojas de encaje la muy zorra!. No me lo podía creer y sin pude evitarlo mi mirada se clavo en su entrepierna durante unos cuantos segundos, ...