Una buena capacidad de entrar... - Relatos Eróticos

Una buena capacidad de entrar...

Paso muy a menudo frente a esta cancha de baloncesto, que está a sólo unos cientos de metros de mi casa, y a veces me detengo a seguir partidos apasionados entre los chicos del barrio, que se entregan a fondo, como si hubiera sido una final de campeonato. Son adolescentes, en su mayoría de 14, 15 años, con cuerpos en desarrollo, algunos ya my altos, con siluetas delgadas, piernas y brazos muy largos, torsos todavía gráciles, y rostros de niño. Todos eligieron el baloncesto porque crecieron muy rápido, y parecen destinados a convertirse en esta generación de gigantes que se está preparando. La otra razón de esta elección es que en Barranquilla es natural practicar el deporte de unos de los equipos locales más famosos, sean "Los Titanes" o "Los Caimanes", de los que toda la ciudad está orgullosa, y que aplaudimos a rabiar cuando aplastan los "Búcaros" de Santander, o los "Piratas" de Bogotà. Seguro que, en su cabeza, cada uno de estos chicos de calle ya imagina una carrera profesional como la de Michael Jordán, la leyenda del basket !

Esta tarde, pasando por la cancha, sólo había dos jugadores, más grandes de los chicos que solían jugar. Dos muchachos de 17, 18 años, muy, muy altos, bastante robustos, que estaban tratando de evitar que su único oponente se acercara al tablero vertical y pudiera encestar la pelota. Ambos tenían un atuendo de jugador profesional, una camiseta dorada sin mangas, que mostraba sus poderosos hombros, bermudas muy largas del mismo color, que ...

... llegaban a sus rodillas, y calzado de marca, en forma de bota para sujetar bien el tobillo.

Sus cuerpos eran muy masculinos : se podía ver los músculos de sus brazos, de sus muslos y sus pantorillas hincharse en el esfuerzo, y estirar su piel suave como las de las esculturas más bellas. Eran dos muchachos hermosos y sexys, y aunque en general aprecio los cuerpos de los chicos más jovenes, con músculos aún a flor de piel, la anatomía de estos dos jugadores me hizo imaginar toda la felicitad que uno debe experimentar en su contacto, o mejor aún en las "confrontaciones" sexuales...

Ambos eran morenos, pero uno tenía la piel ligeramente más clara. Sus caras tenían rasgos finos, y al mismo tiempo muy masculinos. Seguro que debían causar estragos entre las mujeres de todas las edades !... Y envidiaba a todas (y todos ?) aquellos que ya habían sido capaces de pegar sus labios a los deliciosos que estos dos machos poseían.  Se depilaban ? Quizás. Lo cierto es que parecían tener cuerpos totalmente lampiños, a excepción de sus axilas de las que sobresalía un mechón de pelo negro. Aunque solos en la cancha, los dos daban todo y demostraban que ambos tenían un buen manejo de balón y una buena capacidad de entrar a canasta.

Por su dedicación, los dos muchachos tenían gotas de sudor en la frente, y sus camisetas quedaban pegadas a su piel. Podía ver el poder de sus cuerpos, e imaginé que en la cama debían poner la misma energía para apoderarse de su pareja. Qué placer lamer esas gotas ...