Gemidos en la playa. - 3 - - Relatos Eróticos

Gemidos en la playa. - 3 -

... voz autoritaria ma congela en el acto : "Detente ! Adónde vas ?"  Giro el haz de mi lámpara hacia mí, para que el guardia pueda ver que no estoy armado. Luego adelanto hacia la silueta oscura de la que vino la orden de parar. El guardia, tranquilizado, se dirige a mí menos agresivamente : "No, señor, esta zona está prohibida, es una zona de conservación de las tortugas."  Ahora m'encuentro muy cerca del soldado que encendió una gran linterna. Puedo ver mejor quién me está hablando : es un militar muy joven, vestido de camuflaje. Me disculpo explicándole que sólo quiero ver tortugas poniendo huevos. "Señor, lo siento, está prohibido ir a la playa, molesta a las tortugas. Por la mañana hay especialistas que recolectan los huevos en los nidos, y los trasladan en un lugar seguro. Y cuando nacen las tortugas pequeñas, se liberan de forma segura y controlada en la playa."   A pesar de la tenue luz de la linterna, puedo ver que el soldado tiene rasgos muy hermosos, es un muchacho varonil, de piel trigueña.  Le pregunto : "No eres de Bahía Solano... de donde eres ?"   - "Soy de Pereira. Has estado ?"   - "Claro, es una hermosa zona... Y dicen que los chicos allí son muy calientes..."   - "Sólo machos de verdad !... pero cuando haces de militar, no tienes mucha oportunidad de disparar..."   - "Y entones, cómo te alivias ?..." Cómo lo hacemos todos : masturbandome !..."   - "Y de noche en el campamento, ustedes se pajean en grupo ?..."   - "No... nunca !
Pero en el monte a veces ...

... sucede... Durante una misión incluso un tío me la chupaba cada noche..."   - "No???... me estas contando chistes... otro soldado te la mamaba ?..."   - "Si te digo... a él le gustaba la verga... Mira, sólo hablando de ello, se está despertando el animalito !..."   - "De verdad ? Muéstrame un poco tu bulto... es cierto...parece que algo se está despertando ahí abajo... Liberalo a tu animalito, pobrecito ... encerrado !..." 

El muchacho se desabrochó los pantalones, y sacó su verga de sus calzoncillos verdes. Se giró hacia mí dejando que mi lámpara iluminara su hermosa polla grandota y gruesa. El animalito debía medir 18 o 19 centímetros. De inmediato la acaricié con mis manos temblorosas de emoción, mientras notaba que se iba poniendo cada vez más dura. Pasé mi lengua desde su base hasta la punta de su cabeza, le daba besitos y mordisqueaba ese grueso tronco trigueño. Finalmente la rodeé con mi lengua y la dejaba deslizarse una y otra vez sobre esa cabeza turgente, palpitante, caliente. Mis labios se entrebieron un poco y muy despacio fui dejando que esa deliciosa cabeza de polla penetrara en mi boca. Mi lengua se resbaló hacia el freno y empecé a chupar con deleite...
    -  "Ummm... ahhh !..."
    -  "Te gusta así, mi macho ?..."
    -  "Ufff... sigue, sigue... que rico la chupas !..."
Yo estaba feliz, ahora su polla era un palo duro y grueso que disfrutaba al máximo. Mis labios la saboreaban, mi lengua jugueteaba por su tallo y el contorno de su capullo rosado, mientras ...